Caen los tabús laborales
Campanadas tristes para los profetas fúnebres de la economía. Caen todos los tabús laborales. Todas las cifras mejoran. Y con ellas, se desploman los motivos del catastrofismo habitual

Madrid
Campanadas tristes para los profetas fúnebres de la economía. Caen todos los tabús laborales. Todas las cifras mejoran. Y con ellas, se desploman los motivos del catastrofismo habitual. Todos los tabúes laborales quiere decir absolutamente todos. Cae el paro a 3,18 millones de personas, igual que a final de 2018. Como si no hubiera habido crisis: la ha habido, pero se nota en otras cosas. Y es el mejor registro de noviembre desde antes de la anterior gran crisis, en 2008. El número de contratos indefinidos asciende a su máximo en un mes: el 14% del total. Eso significa que la lacra de la contratación temporal puede vencerse. Cae el número de trabajadores en ERTE, a 125.632 personas, contra 3,6 millones en abril de 2020. Eso ratifica que los ERTES no eran desempleo aparcado, sino contratos temporalmente congelados. Paro evitado. Y sobre todo, las afiliaciones a la Seguridad Social (o sea, el número de cotizantes reales), asciende a casi 20 millones, exactamente 19,75: es aproximadamente el doble que en los años ochenta. El doble. Hay mucha precariedad, y desigualdad y pobreza. Hay aún mucho paro. Hay aún mucho fraude en la contratación, sobre todo la temporal. Por supuesto. Pero estas cifras son extraordinarias. Indican que la economía española, con todas sus miserias, es algo muy sólido. Muy serio. Muy respetable.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...