Alexia Putellas
La verdad es que el fútbol femenino podría haber reunido grandes multitudes, porque así empezó, a finales del siglo XIX, si no fuera porque simplemente fue prohibido
Madrid
Alexia Putellas recibió hace pocos días el Balón de Oro del fútbol femenino y algunos han comentado: "Ya, pero ¿cuándo se reunirán 100.000 espectadores para verla jugar?" La verdad es que el fútbol femenino podría haber reunido grandes multitudes, porque así empezó, a finales del siglo XIX, si no fuera porque simplemente fue prohibido. Han oído bien. En 1921 la Federación Inglesa de Fútbol se negó a reconocerlo, prohibió que se jugara en campos o estadios oficiales y desaconsejó vivamente su práctica. Y esa prohibición duró hasta 1971. Es curioso pero cuando los ingleses lo prohibieron fue cuando una jugadora, Lily Parr, llegó a reunir, el 26 de febrero de 1920, a 53.000 espectadores en Walton, una barriada de Liverpool. Parr jugaba en el Dick Kerr Ladies, era una adolescente de 14 años, media 1,78 de estatura y su equipo estaba formado por jugadoras de una fábrica de munición local, que pasaban diez horas al día entre explosivos. En su mayoría, dicen, tenían un curioso tinte amarillo en la piel, fruto de la toxicidad del azufre con el que lidiaban. El fútbol, jugado al aire libre, era casi una buena medicina para esas jóvenes obreras. La mayoría tenía entre 14 y 20 años y jugaba de maravilla porque habían aprendido junto a sus hermanos en los patios de las interminables barriadas de trabajadores de Walton. Así que es muy posible que Alexia reúna a 120.000 espectadores pronto. Sobre todo si sigue jugando tan extraordinariamente bien.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...