Enfermedades sin tratar

Madrid

Los datos sobre la persistencia de la pandemia son inquietantes. Media Europa central con índices de vacunación en torno al 60-70%, por debajo de lo que hay en España, afronta una nueva crisis muy peligrosa, que empieza a llenar de nuevo las UCI de enfermos que precisan respiradores. En España, la incidencia sube más despacio y poco a poco vuelven a formarse colas en los centros de vacunación para los rezagados, y para poder administrar nuevas dosis aquellos que la recibieron en su momento, pero cuyo escudo se ha debilitado. Pero en mitad de todo esto, resulta que hay medio millón de pacientes solo en la Comunidad de Madrid que padecen otras patologías y que tienen que esperar largos meses, desesperantes meses, para ver a un especialista realizar una prueba o entrar en un quirófano. Si se produce una nueva oleada de COVID 19, ¿Cuánto más se alargarán esas esperas ya insufribles? Los responsables sanitarios de las comunidades deben explicar cómo piensan hacer frente a esa acumulación gigantesca de enfermedades sin tratar adecuadamente y de ciudadanos cada día más desasosegados. En Madrid, casi 150.000 personas han firmado ya una petición de los propios sanitarios para que la Comunidad vuelva a abrir al menos los servicios de urgencias de atención primaria, es decir, los centros situados en los barrios que prestaban asistencia 24 horas durante los fines de semana, y que Díaz Ayuso cerró hace 20 meses. Los centros de urgencia proporcionan atención a enfermedades que pueden ser tratadas de forma extra hospitalaria o que precisan estabilización previa y también sirven para dar un mínimo de sosiego a una población que ya no puede más.