Crisis política en Portugal
Atención a los próximos minutos: Portugal en crisis. Solemne tropezón en el debate presupuestario. Atención, España: cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Aunque ya veremos qué barbas
Madrid
Atención a los próximos minutos: Portugal en crisis. Solemne tropezón en el debate presupuestario. Atención, España: cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. Aunque ya veremos qué barbas. Extraña crisis. Porque los sucesivos gobiernos de la izquierda cosechaban éxitos desde hacía seis años. Tanto en coalición, primero, como más recientemente con los socialistas de António Costa en minoría. Hacia adentro, aumentos históricos del salario mínimo, gratuidad de las guarderías. Que junto con otros avances de un sólido, aunque moderado, programa social, contrastaron con los recortes de la exagerada austeridad anterior. Hacia fuera, la seriedad fiscal granjeó a Portugal el respeto de Europa y de los mercados. ¿Por qué, pues, esta crisis política? Porque a veces es más fácil luchar contra gigantes que te atacan, como la parálisis económica de la pandemia, que sumar esfuerzos cuando ese peligro se desvanece: el cuerpo político está más débil justo cuando empieza la recuperación de una enfermedad. Y porque el retroceso en las elecciones municipales de la izquierda radical, en favor del partido socialista, la ha inquietado. Y ha aumentado su catálogo de exigencias en el presupuesto.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...