Las promesas fuertes
No busquemos falsos culpables sobre quién debe liderar las transformaciones del mercado de trabajo. El problema está en los contenidos. Alguien ha afirmado que es peligroso que un político diga cosas que la gente pueda recordar
Madrid
Las promesas fuertes. Derogar la reforma laboral se ha convertido en un significante de la política de nuestro país, forma parte ya de lo simbólico. Empezó tan temprano como en 2014 cuando Pedro Sánchez declaró que lo primero que era el PSOE cuando llegue al Gobierno será derogar la reforma laboral y ha terminado en el mismo sentido en el Congreso Socialista de hace unos días. Las promesas fuertes llegan a ser parte de las señas de identidad y de los principios de un partido o de un gobierno. Sus votantes no las olvidan y estimarán siempre su cumplimiento como parte de la credibilidad de esa formación política. En octubre de 2018, la ministra de Economía fue a Londres a vender las bondades de la política española. Delante de un nutrido grupo de empresarios, fondos de inversión e instituciones financieras, dijo que se harían ajustes en la reforma laboral, pero sin cambiar la esencia de la misma. No busquemos falsos culpables sobre quién debe liderar las transformaciones del mercado de trabajo. El problema está en los contenidos. Alguien ha afirmado que es peligroso que un político diga cosas que la gente pueda recordar.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...