Ilu Ros, autora de la biografía ilustrada de Lorca: "Es como un veneno, no puedes parar de ir a él"

Madrid

En la madrugada del 18 de agosto de 1936 Federico García Lorca fue asesinado. Por 'socialista', 'masón' y 'homosexual'. Estos fueron los cargos que las autoridades franquistas atribuyeron al escritor granadino para condenarlo y fusilarlo en algún punto de Fuente Grande. Ochenta y cinco años más tarde, sus restos siguen en paradero desconocido, pese a los intentos de asociaciones y familiares.

El asunto acaba de llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos por petición de Nieves García Catalán, nieta del maestro Dióscoro Galindo, fusilado junto al poeta. Fue símbolo de libertad y resistencia contra la represión fascista. Los poemas y obras de teatro del granadino siguen casi un siglo después presentes en nuestro patrimonio cultural, traspasado fronteras y generaciones.

Representativa de este germen lorquiano, es un libro publicado este pasado mayo dedicado a la vida de Federico, publicado por la ilustradora Ilu Ros y lleva como título “Federico”.

Cuando se le presentó el proyecto de hacer el libro, no dijo que sí directamente porque le daba muchísimo respeto y “miedete”, pero “no le puedes decir que no a Federico”. Tuvo que realizar un trabajo de documentación en el que descubrió que pensaba que le conocía más de lo que verdaderamente lo hacía.

Había recovecos de Federico que no conocía aún, como su infancia. Al dramaturgo granadino, le encantaba crear “teatricos” para su familia y hacer de cura. “Sabiendo quien era el niño, deja mucho ver luego quien fue ese adulto”.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Leyó muchos libros. Tantos, que tuvo que decir “basta ya”. Porque con Federico lo que pasa es que: “cuando empiezas es como un veneno, no puedes parar de ir a él”. Ilu Ros leyó las biografías de Ian Gibson y su propia obra. Le costó mucho delimitar ese proceso de aprender sobre Lorca: “Iba a ser un libro de 150 páginas y tiene 352”.

¿Por qué Federico es un clásico eterno?

La simbología de García Lorca está impregnada en toda su obra y los colores cobran una importancia especial para una historia ilustrada. Ilu Ros se lo imaginaba verde por ‘Verde que te quiero verde’, 'La niña que riega la albahaca y el Príncipe preguntón' o  'La vega de Granada', pero luego cambió de opinión y lo ha terminado viendo amarillo “por el hecho de ser el centro de atención siempre" y ser "una persona que atraía muchísimo a los demás, brillaba muchísimo”.

 A solo dos semanas de su publicación, ya iba por la tercera edición, lo que demuestra la atracción que sigue sintiendo el público por él. La ilustradora considera que: “Federico García Lorca es eterno”, es una persona que se ha mantenido a lo largo del tiempo y su universalidad permite que se le entienda tanto en un pueblo de Granada, como en Nueva York. “Los tema y la manera de hablar de Federico García Lorca hablan de lo más humano, de lo peor y lo mejor y eso se entiende siempre”.

La mayor satisfacción de Ilu Ros, es haber visto que hay personas que han vuelto a la obra de Federico tras haber leído su libro.