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Del McDonald's a los Juegos Olímpicos: la historia de Quanesha Burks

La saltadora norteamericana disputará sus primeros Juegos Olímpicos con 26 años

Quanesha Burks, del McDonald's a los Juegos Olímpicos / Getty Images

Madrid

Quanesha Burks no imaginaba hace 17 años que del 23 de julio al 8 de agosto de 2021 participaría en los Juegos Olímpicos de Tokio. La saltadora de longitud norteamericana se encontraba entonces trabajando para el McDonald's de Hartselle, Alabama.

"Cuando trabajaba para el McDonald's sentía que era el mejor trabajo del mundo", afirmaba Burks en una entrevista reciente en Sports Ilustrated. "Ganaba 100 dólares cada dos semanas. Sé que es terrible, pero iba a trabajar todos los días feliz y sabía que todo era parte de mi objetivo: ir a la universidad".

Sin embargo, cuando Quanesha Burks se dio cuenta de que la mayoría de sus compañeros de instituto utilizaban el deporte para conseguir becas que le ayudasen a acceder a la universidad, decidió probar fortuna con el atletismo. "Recuerdo que busqué los requisitos para obtener una beca completa y los anoté. Salté más de 6 metros y fue cuando todo cambió".

La universidad sin dejar de lado a la familia

Si bien el objetivo prioritario de Quanesha era poder ir a la universidad, nunca dejó de lado el poder ayudar a su familia en todo lo que podía con el dinero que ganaba en el McDonald's. 

Burks entrenaba hasta las cuatro de la tarde y de ahí se iba directa al McDonald's donde trabajaba hasta las diez de la noche. Los fines de semana trabajaba en los turnos de madrugada. Todo el dinero que ganó lo destino a pagar el seguro del coche de su abuela. De hecho, todo el esfuerzo que empleaba en ayudar a su familia por poco le cuesta las becas deportivas que había logrado.

Una vez su entrenador no lograba dar con ella en su casa y tuvo que acudir al McDonald's y esperar al descanso de su turno para poder hablar con ella. "El entrenador Pate (su entrenador en Alabama) tuvo que sentarme con mi entrenador de secundaria para explicarme que cómo iba a cambiar mi vida y que no me haría falta seguir trabajando en el McDonald's". No obstante, Quanesha Burks no dejaría su empleo hasta que se graduó en su instituto después de lograr nada menos que once títulos estatales, incluyendo en 100 metros, salto de longitud y triple salto. Su siguiente empleo ya fue como saltadora profesional.

El premio de los Juegos Olímpicos tras unos años complicados

Pese a su prometedor inicio, Quanesha luego no ha conseguido grandes logros en el deporte profesional y en los últimos años la mala fortuna ha pasado a estar muy presente.

En 2016 tuvo un mal día en los clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y finalizó en novena posición sin opción de poder acudir a la cita olímpica. En 2018 terminó en cuarta posición en el Mundial de Atletismo en pista cubierta por 0,04 metros, Se quedó tan solo a una pulgada y media del bronce mundialista.

Un año después, en 2019, su abuelo, al cual describía como "el único padre que tuve en mi vida", falleció a una semana de los campeonatos al aire libre de Estados Unidos y su entierro fue solo dos días antes de la competición. Pero no logró tener un salto exitoso y terminó fuera del campeonato del mundo.

Brittney Reese, Tara Davis y Quanesha Burks, celebran en el podio después de la final de salto de longitud femenino en el día nueve de las pruebas del equipo de atletismo olímpico de Estados Unidos

Brittney Reese, Tara Davis y Quanesha Burks, celebran en el podio después de la final de salto de longitud femenino en el día nueve de las pruebas del equipo de atletismo olímpico de Estados Unidos / Getty Images

Este mismo año, a pocos meses de las pruebas clasificatorias para los Juegos Olímpicos de Tokio, Quanesha Burks sufrió un hematoma en el femúr en febrero, lesión que le tuvo 11 semanas sin poder correr ni saltar.

"Sentí que todas las opciones estaban en mi contra", aseguraba Burks. "Mi entrenador llegó a decirme que no sabía si iba a poder estar físicamente en condiciones de poder competir en las pruebas. Los médicos no sabían si llegaría a tiempo. Pero yo volví a cuando trabajaba en el McDonald's: tenía mis objetivos claros y sabía que podía lograrlo".

Dicho y hecho. Tres semanas antes de las pruebas llegó a saltar 6,85 metros, su mejor marca de la temporada. Sin embargo, tuvo que esperar al quinto de los seis saltos de la prueba para lograr la plaza olímpica. Brittney Reese, campeona olímpica en Londres y plata en Río le dio un consejo antes de ese quinto salto y ella logró con 6,96 la mejor marca de toda su carrera para sellar el billete a Japón.

 
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