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Un "bar" de perfumes y su esencia más valiosa: el vómito de cachalote

El olor sigue estando fuera del mundo de sensaciones que nos ofrecen las pantallas.... por poco tiempo

Por narices

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30:20

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Una pirámide egipcia conserva esta inscripción:

Aquel cuyo olor sea desagradable será castigado y condenado al ostracismo.

Es uno de los reflejos más antiguos del impacto del olfato en los Homo sapiens, que muy pronto creyeron alcanzar el favor de los dioses perfumando el humo que se elevaba en los altares de sacrificio, desde donde comienza nuestro viaje.

El sentido menos valorado de los cinco resulta ser el primero, junto al tacto, que se forma en los fetos, y el único que se inserta directamente en la zona del cerebro que gestiona memoria y emociones. El investigador del Museo de Ciencias Naturales, Antonio Rosas González, responsable del enterramiento neandertal que ha permitido descifrar su ADN, nos comenta una paradoja aparente entre su sentido del olfato y el nuestro.

Llevar el olor a los espectadores

Mucho antes de que las pantallas hablaran o recibieran el color, en 1906, en el Family Theater de Forest City, en Pensilvania, un empresario aprovechó la proyección de un noticiario donde participaban docenas de carrozas repletas de flores, para colocar en el techo de la sala unas enormes bolas de algodón impregnadas en perfume de rosas, frente a unos ventiladores que difundían el aroma. El intento de llevar el olor a los espectadores se repetiría una y otra vez sin llegar a rozar nunca el éxito alcanzado en la novela y película ‘El perfume. Historia de un asesino’, sin que hayan faltado experimentos tan peculiares como el de ‘Polyester’ (1981), protagonizada por la dragqueen Divine, sátira sobre un ama de casa de clase media con un olfato hiperdesarrollado. Con la entrada se recibía una tarjeta para raspar y cada vez que Divine comenzaba a olfatear el aire sugestivamente, aparecía un número en la pantalla y los espectadores debían arañar y oler el lugar apropiado: aroma de flores, pizza, pegamento, gas, zapatos sucios, olor a coche nuevo, hierba y hasta heces, cuando Divine expulsaba unos gases debajo de las sábanas.

'Perfume de mujer' (1974) / Vittorio Gassman

Perfume de mujer’ ofrece una de las mejores interpretaciones de Vittorio Gassman, y el olfato también ha sido explotado por Hannibal Lecter en ‘El silencio de los corderos’, pero el olor sigue estando fuera del mundo de sensaciones que nos ofrecen las pantallas.... aunque por poco tiempo.

Un "bar" de perfumes

El "bar" de la Academia de Perfume / I. Bolaños

España es la segunda potencia mundial del perfume, tras Francia, y el único país con una Academia del Perfume, hasta donde se traslada Isabel Bolaños para olfatear su "bar", que atesora unas doscientas esencias de las que nos habla Cristina de Catalina, experta en la promoción del trabajo de los académicos.

El libro ‘Odorama’, de Federico Kukso, editado por Taurus en 2001, es el gabinete de curiosidades olorosas más reciente, desde las buenas a las malas, desde las terrestres a las del espacio, que no dejará indiferente a nadie que viaje por sus páginas.

 
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