Intenciones profundas
Al final, incluso Pere Aragonés saludó al monarca a pesar de los aspavientos previos. Y esta imagen ha sido algo más que un indicio. Ha sido una demostración de la corrección del tiro por parte del independentismo que venía desviado desde hace algunos años
Barcelona
Cuando el presidente de la CEOE afirma que los indultos son una facultad del Gobierno diciendo lo obvio no los criminaliza. Asiente la decisión de Pedro Sánchez y allana el camino de los sectores económicos y sociales hacia esta medida de gracia se suma a los manifestados anteriormente por los sindicatos, la patronal catalana y de manera muy clara ayer ante el rey del mismo presidente del Cercle de Economía, que es el anfitrión de las jornadas en las que se ha ido desgranando este rosario de apoyo a la necesidad de tranquilizar los ánimos, reconciliar a la sociedad y mostrar la magnanimidad del Estado. La única voz discrepante hasta ahora en este foro ha sido la de Pablo Casado, que ha dicho que los indultos provocarán frustración. Se adelanta así al tiempo y sin aportar alternativa alguna. Y ante el pronóstico se ha quedado solo ante el peligro, quizás porque persigue poder decir en su momento que él ya lo había avisado. Pero, ¿y si esto no sucede? Que el reencuentro no va a ser fácil es hoy una certeza. Aún así, los movimientos de estos últimos días muestran la voluntad de acertar más que la de errar. Al final, incluso Pere Aragonés saludó al monarca a pesar de los aspavientos previos. Y esta imagen ha sido algo más que un indicio. Ha sido una demostración de la corrección del tiro por parte del independentismo que venía desviado desde hace algunos años. Tampoco es baladí que Pedro Sánchez aumente su apuesta y que tras la doble jornada de mañana en Barcelona, más la de la semana anterior, hoy haya marcado en rojo el próximo lunes para explicarle a Cataluña su proyecto en un acto nada menos que en el Gran Teatro del Liceo y así buscar también una salida que le permita superar el cerco que le ha trazado Madrid, encontrando en Barcelona su gran alternativa, la que le dé el empuje que persigue, quitándoselo incluso al independentismo. Intenciones profundas al margen, queda la fuerza de la voluntad, la que se basa en que todo poder es deber.