No es poca cosa
Obviamente firmar juntos un mismo comunicado que no menciona las reivindicaciones independentistas no significa que esas reivindicaciones hayan desaparecido. Están ahí y ahí seguirán cuando se sienten hablar. Pero lo de hoy demuestra es la voluntad de rehacer la relación institucional. Lo que no es poca cosa
Madrid
Termina la semana con dos noticias que este viernes a punto de acabar hablan de distensión, de avances, en dos asuntos muy diferentes pero igualmente graves. Una sobre la pandemia: ya tenemos diez millones de vacunados con las dosis completas. Se cumple exactamente el calendario marcado por Moncloa y que han ejecutado las comunidades autónomas. Diez millones de vacunados en la primera semana de junio. Aunque justo hoy hemos sabido del brote de contagios en una residencia de ancianos de Madrid donde todos estaban vacunados. Por fortuna, no han tenido la enfermedad en su forma más grave. Pero enseguida vamos a trasladar a un infectólogo la pregunta, ¿cuáles son los riesgos de contagiarse cuando ya se está vacunado para uno mismo y para los demás?
Y la otra noticia que hoy habla de distensión es sobre la crisis catalana. Sánchez y Aragonés han hablado por teléfono y se han emplazado para verse este mismo mes de junio. Pero lo más relevante es que de esa conversación telefónica no han salido dos comunicados. Solo ha habido uno, lleno de las obviedades propias de estos casos: ganar la batalla al coronavirus, la reconstrucción económica y apuesta por el diálogo para resolver los retos comunes. Y se acabó. Obviamente firmar juntos un mismo comunicado que no menciona las reivindicaciones independentistas no significa que esas reivindicaciones hayan desaparecido. Están ahí y ahí seguirán cuando se sienten hablar. Pero lo de hoy demuestra la voluntad de rehacer la relación institucional. Lo que no es poca cosa.