Todos a una

Madrid

Cuesta creer que cuando la vacunación avanza a buen ritmo, cuando todos los indicadores de la pandemia mejoran, cuando empezamos a tener un horizonte económico que invita a la esperanza - y el dato del paro de ayer lo atestigua - vayamos a asistir a una nueva bronca territorial por las restricciones de este verano. ¿De verdad no ha habido manera de liderar en el Consejo Interterritorial una propuesta que pueda adaptarse a cada territorio y que nos ahorre el espectáculo de rematar este año difícil tirando cada uno por su lado? Ya hay cuatro comunidades que anuncian que no cumplirán el acuerdo de restricciones para el ocio nocturno y la hostelería alcanzado por mayoría en el Consejo Interterritorial de salud. Son Euskadi, Madrid, Andalucía y Galicia. Cataluña tampoco está de acuerdo pero sí va a cumplir, ya ven que cosas, las vueltas que da la política. En teoría, esas restricciones son de obligado cumplimiento para todas.

Es inexplicable que el Gobierno central que lidera esta crisis no haya conseguido una desescalada sin fricciones y pasma que las comunidades autónomas sea incapaces de encontrar un mínimo común denominador. Porque bajar la media de los contagios en España es responsabilidad de todos, por salud pero también por estrategia económica. Es la media de los contagios del país la que se utiliza en otros países para facilitar que sus poblaciones vengan como turistas. De nada sirve que unas comunidades vayan bien si otras van mal y empeoran la media.

Hoy el sector turístico se ha llevado el disgusto de que Reino Unido mantenga a todos los países de Europa, España incluida, fuera de la lista de países seguros para viajar. Al margen de los líos internos británicos y sus peleas posbrexit con Europa, es un mazazo para el comienzo de la temporada aquí. Veremos si en tres semanas los británicos modifican esa lista. Y veremos si aquí somos capaces de ir todos a una.