Basta de toreo de salón

Madrid

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deja pasar sin réplica alguna las intervenciones que se suceden en el Pleno del Congreso de los Diputados por cuenta de Esquerra, Bildu y demás afines que reclaman derogar la unidad de España, la Constitución o la monarquía. Pero se aparece, por ejemplo, el miércoles, día 9, en el informativo nocturno de Telecinco para ser entrevistado por Pedro Piqueras haciendo la figura de adalid de la defensa de todas las integridades y de antídoto de todas las conspiraciones judeo-masónico-bolchevique-bolivarianas que la malevolencia perversa de la oposición de derechas le tacha de acaudillar. Así, Sánchez lució de escudero de Felipe VI mientras dejaba en manos de La Zarzuela la sanción que pudiera merecer el rey emérito, cuando sería a La Moncloa a quien correspondería adoptarla, como señalaba ayer Soledad Gallego Díaz, en un texto que hubiera valido publicar como editorial en la primera página del periódico. Aquel diplomático británico rehusaba el refuerzo policial para protegerle que le ofrecía el ministro de la Gobernación. Bastaría, le dijo, con que me enviara menos manifestantes. Si Sánchez saliera al paso de quienes entre sus coaligados y afines atacan las instituciones, también sería innecesario que saliera a defenderlas en Telecinco. Menos toreo de salón. Cuando hay que torear es cuando el toro está en el ruedo, cuando lo han arrastrado las mulillas lo hace cualquiera.