Nada comparable
Y el Instituto añade además a quienes perdieron la vida con síntomas compatibles con el COVID y el resultado total son más de 45.000 muertos solo en la primera ola, solo en los cinco primeros meses del año. No hay nada comparable con esta pérdida
Madrid
Europa esta vez parece decidida a no cometer los errores del 2009. Y hoy esta noche habrá más de un suspiro de alivio en muchos gobiernos del continente. Entre otros el nuestro. Se ha desbloqueado el Fondo de Recuperación económica. Hungría y Polonia han levantado el veto sin apenas conseguir nada a cambio tras su chantaje inicial que pretendía poner en almoneda el Estado de Derecho.
Y por la mañana el Banco Central Europeo anunciaba que amplia su millonario programa para respaldar la deuda de los países. Para que los gobiernos se concentren en salvar la situación sin estar pendientes de los vaivenes de los mercados. Es una buena noticia, pero demuestra la hondura del agujero que nos deja la paralización de la actividad mundial.
El 2020 camina hacia su final y poco a poco va emergiendo la verdadera dimensión de de la pandemia. Hoy el Instituto Nacional de Estadística nos ha dicho que el número de muertos en España en la primera ola fue casi el doble de la cifra oficial publicada por el Ministerio de Sanidad. El ministerio sólo incluye a los que murieron con una prueba de COVID positiva. Y el Instituto añade además a quienes perdieron la vida con síntomas compatibles de COVID, pero sin prueba y el resultado total son más de 45.000 muertos solo en la primera ola, solo en los cinco primeros meses del año. No hay nada comparable con esa pérdida.