'Mank', cine dentro del cine

Madrid

Mank fue el único guion que escribió Jack Fincher, el padre de David Fincher. Ciudadano Kane era su película favorita y fue su hijo quien le dio la idea de que contará los tiras y aflojas que hubo entre el director del film Orson Welles y el guionista de la película. Herman Mankievicz.

Después de reescribir varias versiones, David Fincher terminó el guion después de la muerte de su padre. Herman Mankievicz era uno de los guionistas más prestigiosos de Hollywood. Había nacido en Nueva York y provenía de una familia de origen alemán. Su hermano Joseph fue también director y guionista, autor por ejemplo de Eva al desnudo. Herman era culto e irónico. También era alcohólico. En la película vemos la relación que mantuvo en Hollywood con poderosos productores como Louis B. Mayer; con grandes magnates de la prensa como William Randolph Hearst y con su amante, la actriz Marion Davies.

El actor Gary Oldman da vida a Herman Mankievicz. Un papel que le puede valer el segundo Oscar de su carrera. Marion Davies, por su parte, está interpretada por Amanda Seyfried, a la que vimos en títulos como Los miserables o Mamma Mía.

La película cuenta el proceso de elaboración del guion de Ciudadano Kane. Una historia que enfureció a Randolph Hearst porque estaba inspirada en su vida y desvelaba sus secretos más ocultos. También se habla de la política norteamericana de los años 30, que tiene algunos paralelismos con la actualidad. Por ejemplo, Hollywood y Hearst crearon falsos documentales, es decir Fake news, para que el escritor Upton Sinclair no ganara las elecciones a Gobernador de California de 1930.

Todo ello rodado en un precioso blanco y negro intentando recrear los juegos de luces y sombras que el director de fotografía Greg Toland ideó para Ciudadano Kane, y con sonido mono y no estéreo. Mank reflexiona sobre la creación cinematográfica, sobre quién puede considerarse el autor de una película.

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Es un film que tiene muchísimas referencias al mundo del cine y a personajes de Hollywood. Es cine dentro del cine y quizá, por eso, muchos espectadores se sientan algo perdidos con tantos nombres. Un guion denso y preciosamente escrito que retrata a un personaje que se convirtió en una especie de bufón en la corte de ese reino de cartón piedra que fue el Hollywood clásico.

Un guionista que murió a los 55 años por un fallo renal provocado por su adicción al alcohol; que ganó un Oscar por su trabajo en Ciudadano Kane y que durante muchos años estuvo eclipsado por la autoría de Orson Welles. Se llamaba Herman Mankievicz, aunque todo el mundo le conocía por su diminutivo, Mank.