Que el azar decida
En la lucha contra la pandemia, ¿cuál es el orden de prioridades?
undefinedVÍDEO: ROBERTO CUADRADO
Madrid
Hay un orden de prioridades oficial, que es el que se enseña a las visitas, y otro real, que es el que cuenta. En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el ministro de Justicia afirmó este lunes que el acuerdo para la renovación del Poder Judicial estaba ya hecho con el PP, que sólo faltaba poner fecha al momento de hacerlo público. Este misterio de la fecha lo aclaraba el diario El Mundo. Fuentes de Génova aseguraban al periódico que ni soñar en dicho acuerdo en los próximos meses. O sea, que la renovación es un mandato constitucional, que está acordada, pero se va al congelador. Un bonito ejemplo para quien aún necesite saber en qué consiste eso del tacticismo partidista. Comprobará que se puede defender la Constitución a boca llena y supeditar sus preceptos a los intereses partidistas. Ese es el orden de prioridades que la política real, no en la que se pregona en los discursos, entronizó hace décadas esos intereses de partido muy por encima de cualesquiera otros.
Que el azar decida
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Queda feo decirlo, ya lo sé, pero díganme si recuerdan alguna decisión en la que, en nombre del bien común, se aceptara perder escaños o perder votos o perder una posición de ventaja. Y en la lucha contra la pandemia, ¿cuál es el orden de prioridades oficial? Ninguno. Se lanzan sobre la mesa los dados de la economía y la salud pública y que decida el azar. ¿Y cuál es la prioridad real? Salvar la economía. La protección de la salud pública se encomienda a una invocación enternecedora: que no se baje la guardia. Un mensaje que sólo valdría si los imprudentes fueran los únicos que se infectarán, los que tuvieran que ser hospitalizados, los únicos que murieran, pero no es así. A los prudentes, los buenos consejos no les hacen falta y a los imprudentes les entran por un oído y les salen por el otro.