Los últimos muertos por el virus
Enric González reflexiona sobre las muertes que se producen justo antes de que finalice un período de guerra o de pandemia como el actual
Madrid
La Primera Guerra Mundial terminó el 11 de noviembre de 1918. El armisticio, o la rendición de Alemania, se firmó a las cinco de la madrugada, pero no entró en vigor hasta las 11 de la mañana. El soldado Henry Gunther, de 23 años, estadounidense, murió a las 10:59. Un minuto antes de que acabara todo.
Fue un suceso extraño: Gunther cargó con la bayoneta contra un puesto alemán de ametralladoras. Los alemanes le hicieron señas, le gritaron que se detuviera, pero Gunther siguió y ellos dispararon. Parece que Gunther, antiguo sargento degradado, quiso limpiar su hoja de servicios con un sacrificio. No está claro. Sí está claro que en las seis últimas horas de la guerra, con el armisticio ya firmado, más de 10.000 soldados fueron muertos o heridos. Tantas víctimas por una cuestión de minutos.
Creo que sentiremos un desasosiego parecido a medida que avance el proceso de vacunación contra la COVID. La solución ya existe, en unos meses la pandemia se habrá reducido a un fenómeno residual. Sin embargo, pese a que aún está a la vista, seguirá habiendo muertos por el virus. Los últimos. Intentemos que al menos sean pocos. Por favor, cuídense.
Los últimos muertos por el virus
04:24
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1606562812_377716/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>