Ministros y ministras
Ninguna crisis se anuncia por adelantado y todas se desmienten hasta el mismo momento en que aparecen publicados los ceses y nombramientos en el Boletín Oficial del Estado.
Madrid
Los especialistas en incentivar remodelaciones o cambios en la composición del Consejo de Ministros, se las prometían muy felices augurando relevos en algunas carteras, pero se les ha pasado el arroz sin conseguirlo. Ya están en el horno los Presupuestos Generales del Estado y nada se ha movido. Incansables como son, pronostican ahora que todo sucederá en cuanto queden aprobados. El presidente Pedro Sánchez, ayer domingo, en una de sus admiradas homilías televisadas ha querido desalentar las intrigas señalando que los ministros no son de uno u otro partido, sino del Gobierno de España y que todos los ministros y ministras tienen su total confianza y empatía. Rechazó así que se esté planteando una crisis tras la aprobación de las cuentas para el 2021. No se esperaba menos porque ninguna crisis se anuncia por adelantado y todas se desmienten hasta el mismo momento en que aparecen publicados los ceses y nombramientos en el Boletín Oficial del Estado. Pasa lo mismo con los entrenadores de fútbol que reciben la plena confianza de la directiva del Club hasta el día de su destitución. Pero, para evitar que la política siga siendo el reino de la ingratitud, el líder de la oposición y presidente del Partido Popular debería advertir a Pedro Sánchez de que en modo alguno aceptaría que prescindiera de sus socios de Unidas Podemos que han soportado de modo ejemplar el peso del día y del calor. Pablo Manuel Iglesias debe seguir teniendo su merecido. Sea.