Ciudadanos aparece cada vez más borroso en la foto final

Madrid

Continua hoy en el Congreso el debate de las enmiendas a los presupuestos generales del estado. Ya les contábamos ayer que el Ejecutivo no va a tener problemas para superar este primer escollo, pero luego llegará la negociación para la votación definitiva y aquí está el problema. Las incompatibilidades manifiestas entre algunas fuerzas políticas, algunas de las del llamado bloque de la investidura, y otras que sopesan apoyar las cuentas públicas dificultan una aprobación holgada y tranquila.

Ayer, en la primera sesión del debate saltó la sorpresa, Bildu confirmaba su intención de apoyar los presupuestos y con este apoyo llegaron los problemas. Que Bildu entre en la ecuación presupuestaria expulsa directamente a Ciudadanos, con medio pie fuera ya por el acuerdo con Esquerra para la enmienda del castellano en la ley Celaá.

Pero es que además el apoyo de Bildu se lo apuntó en su cuenta una parte del gobierno de coalición, Unidas Podemos, que presumió del acuerdo y consiguió sin necesidad de explicitar ningún veto, apartar a Ciudadanos, que era lo que quería desde el principio. Pablo Iglesias no quiere la foto con Inés Arrimadas, y Arrimadas no va a salir en ninguna foto en la que esté Bildu.

Insiste desde hace tiempo el gobierno en que la negociación para los presupuestos está abierta a todas las fuerzas parlamentarias, pero luego las maniobras internas, y los éxitos que se atribuyen algunos, demuestran que no todos en el Djecutivo reman en esa misma dirección, para disgusto además de una parte del PSOE que ayer ya manifestó su malestar e incluso "indigestión", en el caso del presidente extremeño Fernández Vara, por los acuerdos con Bildu.

Veremos cómo queda la foto final, pero con las maniobras de ayer, Ciudadanos aparece cada vez más borroso.

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