Los tontos no van a desaparecer con leyes
Prohibir contar que la lejía cura el COVID está bien siempre y cuando el Gobierno no se arrogue el poder de decidir qué es lejía y qué no
Los tontos no van a desaparecer con leyes
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Madrid
La oposición española a veces tiene razón cuando se enfada hasta que explica por qué. En este caso porque dice que el Gobierno instaura la censura con su comité para la desinformación. Eso no es censura; quizá sea algo peor: una señal de derrota. Lo explicó muy bien, a su pesar, la ministra González Laya al poner un ejemplo de lo que se considera desinformación: sugerir beber lejía para combatir el COVID. La estupidez es ininmputable. Si tú publicas en el BOE una ley para perseguir la publicación de esta clase de noticias lo primero que estás haciendo es reconocer un enorme fracaso en educación. Los tontos no van a desaparecer con leyes, pero si haces leyes para tontos, estás dándole más relevancia que a los listos. Otra cosa, hablemos ahora de supuestos, es lo que el Gobierno entienda por beber lejía, y arrogarse el poder de decidir qué es lejía y qué no es lejía. Entonces el fracaso en educación que le presupone a su ciudadanos se convertiría en el fracaso del Gobierno en educación democrática.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...