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¿Los medios deben permitir que mensajes falsos y de odio lleguen a la ciudadanía?

La decisión de televisiones como ABC, CBS y NBC, de cortar la señal que llegaba de la Casa Blanca con el discurso de Donald Trump en horario de máxima audiencia, reabre el dilema profesional.

Donald Trump en rueda de prensa en la Casa Blanca, este viernes. / Reuters (ACN)

Donald Trump en rueda de prensa en la Casa Blanca, este viernes.

Emitir el mensaje con un rótulo que indique que es mentira y aclararlo después, como hizo la CNN. Dejar de emitir el discurso, como hicieron ABC, CBS y NBS, los tres canales más vistos de EEUU y con la audiencia más diversa. Ambas opciones son válidas para el periodista Eduardo Suárez, que trabaja en la Universidad de Oxford. "Lo inadmisible es que se transmita sin más, sin explicar que lo que dice Trump no es verdad. Los periodistas no estamos para  reproducir sin más, como megáfonos o como papagayos lo que dicen los políticos. Estamos para comprobar si lo que dicen es cierto. Además, en el caso de Trump es algo que ya viene de lejos", apunta.

Debate: emisión del discurso de Trump

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"El presidente está llamando a sus seguidores a asaltar los centros de escrutinio en horas de mucha tensión en el país y diciendo algo que es falso y que ya han censurado plataformas como Twitter, para evitar cualquier conato de violencia", explica Suárez. Trump no es un político como los demás. El líder republicano dice 14 mentiras de media al día, según The Washington Post.

La analista política Alana Moceri hace hincapié en esta cuestión: "Trump ha sido problemático desde el principio, desde las primarias republicanas, donde él tenía más cobertura que ningún candidato. Mantiene una especie de guerra con los medios de comunicación, intenta fomentar entre sus seguidores que todos están en su contra. Ni siquiera está siempre contento con Fox, su cadena predilecta". Moceri califica de "acertada" la decisión de las cadenas de televisión: "Han hecho bien su trabajo. Decidieron no seguir dándole una plataforma en prime time para decir mentiras que hacen daño a la democracia".

Establecer un filtro entre lo que es veraz e incierto es complicado. "Las televisiones se encontraron ante ese dilema. Hay un riesgo evidente que los seguidores férreos de Trump perciban esa actuación de los medios como una actuación parcial", explica Suárez. Apenas un 13% de los republicanos dice confiar en los medios. En el caso de los demócratas la cifra asciende hasta el 39%, según un estudio de Reuters Institute.

Muchos informativos de medios privados tienen la obligación de retransmitir un mensaje de interés nacional, opina la periodista Soledad Gallego Díaz, pero considera que este no es el caso. Ve en la decisión de las cadenas estadounidenses la demostración de que los equipos profesionales tienen cosas que decir. "El trabajo de los periodistas también es tener criterio y decidir qué merece la pena contar y qué no. No puede ser que los medios de comunicación sean obligados sistemáticamente a dar absolutamente todo lo que les llega".

¿Dónde se pone el límite y quién lo hace? Fernando Garea tiene dudas: "Es obvio que las palabras de Trump son más que rechazables, es un ataque a la democracia que debe ser combatido y desmontado. Ahora bien, ¿no es necesario que los ciudadanos escuchen esas barbaridades para tener todos los elementos de juicio de su posición peligrosa, sin tratarles como menores de edad que no pueden escuchar según qué cosas?"

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El periodista, especializado en crónica parlamentaria, recuerda que hace dos semanas se retransmitió en directo en televisiones y radios en España "un discurso muy parecido de Santiago Abascal, con argumentos similares sobre China, las conspiraciones y la ilegitimidad de un gobierno democrático. Y nadie se planteó no darlo o cortar la retransmisión. Sirvió para conocer realmente quién era el candidato y la inmensa mayoría de analistas coinciden en que el conocimiento público le perjudicó", añade.

Un paralelismo que tampoco pasa inadvertido para Suárez: "Hemos llegado un poco tarde, pero está bien que aprendamos a tratar con este tipo de políticosDonald Trump es un síntoma y llegará a alguien parecido a Trump después de Trump. En España ya hay políticos muy parecidos a él y tenemos que aprender a tratar con ellos". Gran responsabilidad periodística, en manos de medios de comunicación y redes sociales.

 
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