Algo incontrolable

Madrid

 Llevamos desde 2005 escribiendo de las victorias de Nadal en Roland Garros, y lo más curioso es que la superioridad fue tan aplastante desde el principio que todo tenía un aire a principio de época, a principio de mundo nuevo. Es impresionante escuchar la radio y leer los periódicos de entonces, porque uno se daba cuenta de que empezaba algo incontrolable, algo que no tenía que ver tanto con el deporte sino con el tiempo. En todos los grandes deportes, quien maneja el tiempo gana; Nadal ha sacado el tiempo de la pista, lo ha convertido en su único rival. Ha convertido en su único adversario algo que jamás podrá ganar, porque llegará el día en que baje el brazo, pero podrá decir lo que solo pueden decir los deportistas más grandes de la historia; que ellos ya solo aspiraban a ganarse a sí mismos.