Ahora o nunca

Madrid

Estaba, ayer, el presidente del Gobierno en plena presentación de su plan de recuperación económica, cuando saltó la noticia de la petición del juez García Castellón para que se investigue al vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias, por el caso Dina.

Es esta una cuestión que tiene su propio recorrido judicial, sobre la que Iglesias debería dar explicaciones, pero es sobre todo munición para una oposición hiperventilada que recuerda casi que por menos a ellos les presentaron una moción de censura. A ver, la moción se presentó porque habían condenado, repito, condenado al partido que gobernaba.

Pero, bueno, es el famoso ruido en el que anda instalado la política y que tan a menudo desvía el foco de lo verdaderamente importante. No tengo ninguna duda de que en la sesión de control al Gobierno de la semana que viene, el caso Dina va a ser el tema y no el plan de recuperación económica, fundamental para la supervivencia de los españoles. Y es una lástima, porque en lo que debería estar el Congreso en pleno es, precisamente, en esto, en pensar en como salimos de esta.

Ayer el presidente del Gobierno nos explicó su plan para transformar y modernizar el tejido productivo de este país. O lo hacemos ahora o de la próxima crisis, que la habrá, sin duda, ya no nos levantaremos. Y es así como hay que verlo, como una gran oportunidad que debería contar con el consenso de todos los actores políticos, pero esto es como pedirle peras al olmo.

Lo que contó ayer Pedro Sánchez sonaba bien, ya el hecho de presentar este nuevo diseño economico en un momento tan dramático como este es una buena noticia, el Gobierno está pensando a largo plazo.

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Ahora, hay que aterrizar los planes, saber como se paga, que el reparto sea justo, gestionar bien los fondos que llegan de Bruselas y, si esto fuera posible, con la unidad de todas las fuerzas políticas ya sería de traca.