Topacio Fresh: "Me llamó mi padre para decirme que estaba orgulloso de mí y esa tarde murió"
La galerista y activista LGTBI visita a Mara Torres en la madrugada de El Faro
undefinedVÍDEO: BEA POLO
Madrid
Topacio Fresh, galerista y activista LGTBI, entra esta madrugada a El Faro eligiendo una carta de presentación: su seudónimo. Esta 'Gala' que se hace la promesa de visitar el mar una vez al año, porque es sanador, coge su nombre de su amor por Gala, el amor y la obra de Salvador Dalí que le encanta, y porque era también el nombre de una de sus perras, que la acompañó mucho tiempo. Tiene pasión por los animales y guarda esta Gataparda una historia vital imperdible. Nos adentramos con ella a El Faro de la mano de Mara Torres.
Topacio Fresh: "Me llamó mi padre para decirme que estaba orgulloso de mí y esa tarde murió"
29:33
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1602100217306/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Recurre pronto a "su abuela de corazón", la señora que la cuidó como su nieta y como "su ojito derecho", se percibe de su manera de hablar que emana de su recuerdo un cariño especial. Nace en Rosario, Argentina, en 1973 y recuerda una infancia feliz, donde intentaba hacer reír siempre a los demás. Los disfraces eran parte de sus juegos y para eso le ayudaba su abuela. Suena 'Moon river' y evoca Topacio a su padre, un hombre que reconoce como una persona muy curiosa que la acercó a la cultura musical y tradicional con convicción.
Es el seudónimo fundamental en esta conversación porque su nombre, Topacio, es también un nombre en clave. La historia que emana de esta elección es de superación. "Me llamaban Topacio porque me parecía a una mujer de una telenovela, en su momento me hacía mucho daño y cuando me empecé a vivir de la manera en la que quería vivir pensé en coger este nombre que me humilló y en convertirlo en algo propio que podía hacerme feliz", ha explicado.
Cuando llegó a casa y dijo "soy una mujer" Topacio tenía 15 años. Lo contó por carta, estaba refugiada en casa de su abuela cuando la situación había estallado en su núcleo familiar. Su madre se abrazó a ella y le dijo "lo sabía desde hace mucho tiempo", ahí empezó también una nueva relación primero con su madre, que lo aceptó pronto, y luego con su padre, que vivió un proceso más largo.
"Mi padre se convenció mucho más tarde, cuando vio que por fin mis elecciones me habían llevado a un buen sitio, a un éxito personal y profesional. Al principio los padres se llenan de miedos, crees que el destino de tu hijo o hija te pertenece, pero no es así, no puedes moldear la vida de tus hijos a tu medida", ha explicado. Un padre que muere hace poco del otro lado del Oceáno y del cual no pudo despedirse por causa de la pandemia. Ha recordado el momento en el que abrió los ojos después de someterse a la reasignación de sexo y notó su mano al lado, supo que su apoyo había llegado para quedarse.
"Una de las cosas más tristes que me pasó en mi vida fue no poder despedir a mi padre”, ha recordado emocionada. Reconoce que tras la muerte de su madre se envolvió en una pena infinita. "Me llamó mi padre un día y me dijo que se iba a morir y esa tarde se murió. Dijo que se iba tranquilo y orgulloso de mí”, comparte con todos los oyentes Topacio.