Raffaella Carrà: ''Hasta las monjas bailaban el 'Tuca Tuca', pero el Vaticano dijo no"
La cantante y diva italiana habla a la SER sobre 'Explota Explota', el musical con sus canciones que protagoniza Ingrid García-Jonsson y que llega a cines este viernes
Raffaella Carrà: ''Hasta las monjas bailaban el 'Tuca Tuca', pero el Vaticano dijo no"
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Pocas artistas han conseguido lo que Raffaella Carrà. Ser un icono de la música pop, pero también de la política. Votante comunista, como dejó claro en una entrevista en el 77 en Interviú, donde dijo: "En un conflicto entre trabajadores y empresarios, yo siempre estaré del lado de los trabajadores", decía. Diva gay, gracias a canciones como Lucas, y referente para muchas mujeres de los sesenta y setenta, cantó al sexo, cabreó al Vaticano y, después, hizo historia de la televisión en España, un país que adora. Ahora ve con preocupación las últimas noticias del coronavirus en Madrid. ¿Terminará esta historia algún día? Es que hemos pasado mucho. Ahora en Italia, de momento estamos bien, pero veo lo que pasa en Madrid, con los barrios cerrados, y digo Mamma Mia", nos decía en la Cadena SER.
Raffaella siempre está de actualidad. Reina de los karaokes, imitada por hombres y mujeres de todas las generaciones, ahora su música y su esencia se han convertido en protagonistas de Explota, Explota, un musical con sus canciones ambientado en los sesenta, donde su director Nacho Álvarez, disecciona la censura de la época.
"Cuando vino aquí a mi oficina, tan joven y tan simpático, y me dijo lo que quería hacer yo le dije '¿De verdad?'. Quería hacer una historia tipo ABBA, pero sin contar mi vida. Lo único que quería contar es un problema que yo he también sufrí en televisión, la censura. Le dije que totalmente de acuerdo con lo de la censura, que lo había pasado y lo contara. Yo no tengo nada que ver en la película , pero tengo muchas ganas de verla, y los actores son fantásticos", cuenta la diva italiana.
Ha pedido verla en italiano porque dice que si la ve en español no va a ser objetiva y ya va a gustarle de entrada. "Prácticamente mi historia profesional está en la música que yo he cantado en todos estos años y me emocionaré muchísimo cuando la vea", insiste.
Explota, Explota está protagonizada por Íngrid García Johnson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Natalia Millán, Fernando Tejero, Pedro Casablanc y Carlos Hipólito, que hace uno de los cameos del año. Divertida y con ese subidón que tiene la música de Raffaella, en la cinta hay puestas muchas esperanzas para que la taquilla española se relance. "Lástima que sea este momento complicadísimo. Hemos pasado unos días de llorar cada segundo", decía la cantante que ha tiene miedo de viajar en estos momentos con la amenaza del COVID-19. Le hubiera gustado, nos cuenta, haber ido al Festival de San Sebastián, donde se presentó el musical. "Explota lo que te hace es ponerte alegre porque te olvidas de todo", explica el director uruguayo Nacho Sánchez. "Si la gente va al cine va a ser como un soplo de aire fresco, de volar hacía el sol, la libertad", añade la Carrà.
Fiesta, Para hacer bien el amor hay que venir al sur, En el amor todo es empezar, Rumore... son canciones que conocen hasta los niños pequeños y eso que Raffaella empezó a cantar en los setenta. "Es culpa de los padres, le gustaba a la mamá que era niña, a la abuela que era una mujer de una edad justa y entonces les cantaban mis canciones", bromea la presentadora. Sin embargo, ha sido YouTube quién ha reactualizado sus éxitos. "YouTube e Internet han sido la clave. Fui a España hace tres años a hacer un programa a Sevilla, con niños que me hacían preguntas y ya les tuve que preguntar cómo conocían mis canciones con ocho o siete años. La tecnología, que yo utilizo muy poco, ha sido un puente entre generaciones", añade.
Si hay un adjetivo que defina a Raffaella Carrà es el de libre. Se enfrentó a todo tipo de censura sin aspavientos. "Yo he empezado a cantar y a actuar en televisión en los setenta. Los sesenta no me pertenecen. En aquella época era otra Raffaella diferente", recuerda la por aquel entonces actriz de Hollywood, que trabajó con Frank Sinatra, pero que dejó Los Ángeles porque aquella vida era demasiado.
"La Raffaella que vosotros conocéis es posterior, empezó en 1970 en Italia. Y en aquel momento, el diseñador de vestuario me puso un top con el ombligo fuera, pero no se dieron cuenta porque era la moda en las calles, pero no en la televisión del Estado italiana donde la Democracia Cristiana era el ojo que lo veía todo. Y eso pasó un poco sin más. Pero luego me pusieron un escote y se montó una historia. Querían cerrarme el escote y yo decía, ¡pero si he cantado con el ombligo fuera, por qué tengo que cerrarme el escote!", contaba. De hecho, la película de Nacho Álvarez recrea una escena similar, con un censor de Radio Televisión Española, tratando de bajarle unos centímetros a la falda de la protagonista. Era la España franquista y, aunque las suecas estaban en Benidorm, la moral era la que dictaba la Iglesia y Carmen Polo.
Pero sus líos con la censura fueron más allá. Un año después de lo del ombligo y el escote, Raffaella Carrà bailó el Tuca Tuca, un baile en que se tocaba al compañero. "Lo bailaban las monjas en los colegios con los niños, pero el Vaticano dijo que fuera", se ríe ahora la cantante. "Cando salían las listas de los más vendidos, siempre dejaban de dar los títulos cuando llegaba el mío y cuando fui número uno, eliminaron la lista. Yo lo veía como una tontería porque solo es un baile sexi si lo miras con malos ojos. Es sexi, pero irónico, divertido, no tenía nada de malo. Y lo quitaron y no lo pude bailar hasta el sexto programa que vino un actor muy conocido, Alberto Sordi, y era una condición suya la de bailar el Tuca Tuca. Le dijeron que sí y ya explotó para siempre".
Lo cierto es que dice la actriz y cantante que ella nunca buscó el conflicto, siempre fue algo natural: "Nunca he querido salir desnuda, pero el físico estaba ahí porque yo bailaba. Iba poco vestida, porque cuando se baila no puedes llevar un traje largo, no va bien".
Raffaella Carrà no solo sale en Explota, Explota, también tiene una aparición en Las Niñas, la película de Pilar Palomero. En ella veos un momento de su programa Hola Raffaella, en el que entrevista a Paco Umbral. Por ese formato pasaron grandes personalidades de la música, el cine, la literatura y hasta de la política. Como sostiene Palomero, el programa de Raffaella en la televisión de nuestro país fue la educación sexual de muchas mujeres. "Siempre he sido muy natural y a las mujeres les ha gustado este tipo de expresión vital", reconoce.
"La libertad de la mujer tiene que ser una libertad positiva, sin agredir al hombre o a los demás, pero sonriendo. Una sonrisa y un abrazo son las cosas fundamentales de la vida. Siempre teniendo mucha energía para ayudar a quien no la tiene, a quien está más débil o más preocupado o no se encuentra en su mejor momento. Tú que la tienes, adelante. Y la música hace eso. Y la película seguro que también".
Pero no todo es felicidad, insiste. Dice que ella también ha creador formatos que iban un poco más allá, como Caramba qué sorpresa, un programa en la televisión italiana en el que juntaba a familiares con exiliados italianos en Argentina, Uruguay o Estados Unidos. "Un programa que me copiaron en España en Antena 3, y que demuestra que también he tenido historias profundas. Mi vida está dividida, porque en la vida hay felicidad, otros momentos te diviertes y otros, te emocionas escuchando lo que pasa. Pero con esta película me paro solo en la alegría".
Ahora está en Roma, ha dejado su último trabajo, un programa de entrevistas a artistas emergentes. Dice que no tiene sentido: "Con este virus lo voy a parar, porque no puedo hablar con una persona a dos metros. Yo quiero levantarme, abrazarla... A mí no me gusta estar sentada y hacer una entrevista, eso lo hace mejor cualquier periodista".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...