¿Qué hará la derecha?
¿Somos capaces los españoles de tener una memoria compartida de nuestra historia democrática? ¿O la herencia de las dos Españas sigue ahí como una maldición?
Madrid
42 años han pasado desde que se aprobó la Constitución en 1978 que enterraba definitivamente la dictadura y devolvía a España la democracia. Y hoy, 42 años después, el gobierno anuncia una Ley para restituir la dignidad, en todos los órdenes, de quienes sufrieron cárcel, expolio, exilio o muerte para conseguir la libertad de todos.
El anteproyecto de Ley de Memoria Democrática echa a andar y le queda por delante un largo camino parlamentario. Habrá debates, añadidos o modificaciones del texto que se ha presentado este mediodía. Estamos todos absorbidos por el virus y su consecuencias. Vivimos un presente lleno de incertidumbre, es verdad. Pero hay españoles muy mayores, para los que la restitución de los suyos es ahora o nunca. Porque no les queda mucho tiempo. Y la democracia española tiene esta vergonzosa asignatura pendiente desde hace demasiado tiempo también.
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¿Habrá consenso? No parece. Más bien es fácil imaginar la refriega que esta ley va a provocar. Y la pregunta es: ¿somos capaces los españoles de tener una memoria compartida de nuestra historia democrática? ¿O la herencia de las dos Españas sigue ahí como una maldición?
La derecha española condenó el golpe de estado franquista en el Congreso, en el año 2002. No ha querido volver a hacerlo nunca más. Ahora tiene la ocasión de participar en la elaboración de la ley ley que propone remediar, en la práctica y hasta donde sea posible a estas alturas, las consecuencias de aquel golpe.