Revoltijo de intereses
Tenemos muchos y grandes asuntos entre manos, pero no nos olvidemos de los listos, por decirlo suavemente, los listos que se aprovechan del río revuelto.
Madrid
Hacer negocios es legítimo, es más, es deseable que mucha gente haga negocio, gane dinero y cree puestos de trabajo. Pero el negocio que algún ilustre usuario de la puerta giratoria sanitaria pretende hacer, da la medida de la idea del bien común para los españoles que tienen algunos patriotas.
La SER les viene contando hoy que Manuel Lamela, ex consejero de Sanidad de Madrid, uno de los promotores de las privatizaciones en este sector cuando estaba en el gobierno regional, anima ahora desde su despacho de abogado a las empresas privadas sanitarias a demandar al Estado por sus servicios en la pandemia. Él, su despacho, se llevará el 8% de lo que consigan.
Este revoltijo de intereses ha sido santo y seña de la administración popular de la Comunidad de Madrid, mientras escuchamos grandes declaraciones de principios y se grita libertad, libertad. Ya vemos para qué. Tenemos muchos y grandes asuntos entre manos, pero no nos olvidemos de los listos, por decirlo suavemente, los listos que se aprovechan del río revuelto.