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Sociedad
Cierres (pero también aperturas) que nos deja la pandemia

Carla: la chica que ha montado un bar en un pueblo de 44 habitantes de la montaña leonesa

Tras el confinamiento esta mujer de 33 años leyó una noticia en un periódico que decía: "Se alquila un bar por 50 euros al mes en la localidad leonesa de Tolibia de Arriba". Ahora intenta cumplir su sueño de montar un negocio hostelero y poder vivir en un pueblo

Recordamos el cierre del tablao flamenco 'Casa Patas' en Madrid y su inviabilidad económica al reducirse drásticamente el turismo en la capital por la pandemia provocada por el coronavirus

Hablamos con Antonio Dyaz, escritor, director y productor de cine que acaba de poner en marcha la editorial 'Harkonnen Books'

Cierres (pero también aperturas) que nos deja la pandemia

Cierres (pero también aperturas) que nos deja la pandemia

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Madrid

Esta semana en #AbroHilo nos fijamos en sitios que cierran: bares, tiendas, incluso cines que vamos a echar mucho de menos... Pero lo vamos a compensar justo con lo contrario, con lugares que abren.

La pandemia del coronavirus nos ha traído consecuencias económicas desastrosas. El cierre obligado de toda actividad que no se consideraba de primera necesidad ha provocado unos agujeros muy importantes en nuestra economía. Lo último, esa imposición de una cuarentena de 15 días para todas las personas que pisen Reino Unido habiendo estado en España y que el gobierno trabaja para evitar con la creación de unos corredores seguros.

De momento eso son previsiones. Pero vamos con lo que ya sabemos. Los que ya han apagado. Por ejemplo, algunos cines.  Primero conocimos el cierre de los cines Méliès de Barcelona -unas salas centradas en el cine de autor- que se apagaron definitivamente tras 24 años de proyecciones... Más recientemente hemos conocido el cierre de los Grau en Castellón. 16 años de cine que terminan por esta crisis económica pero también por la aparición de nuevas salas, la competencia que suponen las plataformas digitales... Y a estos tenemos que sumar los que todavía no se han atrevido a reabrir. Algunos en localidades pequeñas que de momento prefieren esperar antes de volver a encender sus salas.

No hablamos necesariamente de cierres debidos al confinamiento -de lugares que cierran única y exclusivamente por la situación provocada por la pandemia- pero es evidente que esto supone la estocada final.

Y más allá del cine. Por ejemplo, la librería Zinco, en Bilbao. Especializados en cómics abrieron sus puertas hace 18 años, en el 2002. Se despiden diciendo que la librería pertenece ahora los viejos tiempos... que son cosa de otra época. En Twitter recordaban el primer cartel que pusieron en el escaparate en el que ponía "Si lo quieres, lo tenemos; si no lo tenemos te convencemos de que no lo quieres". Un cartel que en su despedida era un sencillo "gracias".

Y también hemos conocido el cierre de tiendas que forman parte de nuestra historia, lugares centenarios como la Papelería Salazar, en Madrid. Abrieron sus puertas en el año 1905. Desde entonces, Salazar ha permanecido abierta pero este 2020 va a ser su último año. Sus propietarias -las hermanas Ana y Fernanda Fernández Salazar- continúan llevando la contabilidad a mano y escriben con pluma. Escucha aquí cómo le explicaban lo que sienten en sus últimos días de trabajo a Aloña Velasco en 'El Faro' de la SER:

Cierra la papelería Salazar de Madrid con 115 años de historia

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Casa Patas: adiós al templo madrileño del flamenco

El coronavirus ha provocado el cierre de muchos locales con historia y del ámbito cultural. Uno de los que ha tenido que cerrar ha sido el tablao más emblemático de Madrid, Casa Patas. Hasta tres cuartas partes de las reservas en este espacio eran de público extranjero así que, de momento, es imposible su viabilidad económica. Escucha su historia en este reportaje de Laura Piñero:

Casa Patas: adiós al templo madrileño del flamenco

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Montar un bar en pueblo que, en invierno, tiene seis habitantes

Nos subimos al coche por las carreteras de la de montaña de León que nos lleva a un pueblo cercano a la estación de esquí de San Isidro: Tolibia de Arriba. Uno de esos pueblos que están tan alejados que "solamente hay cobertura de Vodafone. Y a ratos". Nos lo cuenta Carla Jorcano, una chica de 33 años que hace algo más de un mes leyó este titular en la prensa: "Se alquila un bar por 50 euros al mes en la localidad leonesa de Tolibia de Arriba".

Oficialmente había que enviar un correo electrónico a la junta vecinal -les llegaron cientos- pero ella tenía claro que lo mejor era ir directamente hasta allí: "Todo el mundo mandó sus historias por internet, pero yo sé que en los pueblos hay que funcionar así. Tienes que venir y conocer a la gente".

Abrió el bar hace poco más de dos semanas y lo tuvo que montar en día y medio con la ayuda de "grandes amigos" que le ayudaron "limpiando hasta las 4-5 de la madrugada".

Entre esos grandes amigos está Kike. Él es de Mérida, vive en Madrid, es músico y este verano ha cambiado su vida para ponerse al otro lado de la barra. Surgió en un grupo de WhatsApp con este mensaje de Carla: "¡Chicos, que he cogido un bar en Tolibia de Arriba!".

Carla es una apasionada de la hostelería, ha estudiado gastronomía, y tenía claro que en algún momento se iría al pueblo. De hecho, nació en uno en la sierra de Salamanca.

En León consiguió trabajo en el bar de unos amigos para estar durante la semana santa y durante el verano, pero por culpa de la pandemia le duró poco: "tres días". Y el confinamiento "encerrada en León en un piso de 25 metros cuadrados sin ventanas" le ayudó a darse cuenta de que necesitaba un cambio. Ahora, en apenas unas semanas ya ha cambiado su vida: "Entrar en un supermercado ya me estresa. Es que ahora bajo a León y me estreso".

Al principio, cuando pensaba sobre su futuro -y a largo plazo- su idea del proyecto que tendría en un pueblo era otra, una casa rural con restaurante; pero eso suponía una inversión y ahora ha surgido esta oportunidad con ese alquiler de 50 euros al mes en un pueblo en el que en invierno tan solo hay cinco vecinos a los que hasta ahora no conocía de nada.

Tolibia de Arriba llevaba un año sin bar y el centro de reunión era el caño del pueblo; y Carla tiene claro que "el bar del pueblo es el corazón del pueblo".  A pesar de llevar poco tiempo abiertos sí que están teniendo bastante éxito: "Aquí los fines de semana (...) lo tengo lleno".

Ahora trabajan todos los días, pero en invierno harán lo contrario: abrirán solo durante el fin de semana y van a orientar el negocio en el turismo de montaña en una zona "muy poquito explotada en la que puedes hacer escalada, puedes hacer raquetas de noche viendo la luna llena, esquiar, hacer alpinismo... Las cuevas, tienes un montón de cuevas para entrar...", explica Jorcano.

Administrativamente, cuando hablamos de estas zonas rurales prácticamente despobladas durante una época del año parece que si alguien quiere poner algo en marcha deberían ser todo facilidades, pero Carla asegura que ni parecido: "A mí me lo han puesto muy difícil. Animan a todo el mundo a hacer cosas y la realidad es que lo único que te encuentras es un muro detrás de otro y detrás de otro. Entonces yo entiendo que tires la toalla".

El reto de montar una editorial tras el confinamiento

Un valiente se ha atrevido a montar su propia editorial. Se llama Antonio Dyaz, es escritor, director y productor de cine, y la editorial que acaba de poner en marcha es 'Harkonnen Books'.

Con él hemos hablado en el programa y nos ha explicado cómo surgió la idea. Durante el confinamiento sus proyectos como director y productor de cine se paralizaron y vio que los libros hacían la vida y la cuarentena más fácil a mucha gente. Así que decidió apostar por ello.

'Harkonnen Books' es una editorial de modelo híbrido, con libros físicos y otros en formato electrónico, y bajo demanda. No hacen tiradas de miles de libros sino que los imprimen según la demanda que haya de cada libro. Su idea es editar unos 10 libros al año. 'Harkonnen Books' estará en todas las librerías de España a partir de la semana que viene, pero también se pueden pedir en la web Harkonnen.es.

En su catálogo se encuentra una novela del propio Dyaz, 'Asesino Binario', sobre sexo y humor que está escrita para ser leída en unos 55 minutos, lo que dura un capítulo de serie de televisión. También 'Poemas Eléctricos', un poemario con temática LGTBI, y una reedición de 'BAR' de Caimán Montalbán.

Hilo de alternativas

Si hoy hablamos de negocios que abren o que cierran, la semana que viene nos fijaremos en los que ya llevan un tiempo y se han convertido en auténticas alternativas. La alternativa a Deliveroo, a Netflix... Como siempre: si conocen alguna, si ustedes han puesto en marcha la suya, ¡cuéntenoslo! Todo el verano continúa abierto nuestro correo electrónico que es: abrohilo@cadenaser.com

 
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