"Al deshielo del Permafrost hay que prestarle atención"

Madrid

Dicen que el que avisa no es traidor y el Ártico nos está avisando. El derrumbe a finales de mayo de un depósito de una central térmica ha provocado la fuga de más de 20.000 toneladas de hidrocarburos en un río de la zona ártica de Rusia, zona, por cierto, con flora y fauna protegida.

¿Qué es lo que ha pasado? Que las altas temperaturas han derretido el suelo, el permafrost. “El permafrost ha cedido debido al aumento de la temperatura que en el Ártico es mayor que otros puntos. Con el calor el suelo que está por debajo de la superficie se funde y provoca catástrofes como la de Rusia”, nos explica Jerónimo López es Geólogo, profesor de geodinámica en la UniversidadAutónoma de Madrid y Presidente del comité español del SCAR ( Comité científico internacional para la investigación de la Antártida). El permafrost es el terreno helado, que no el hielo que hay encima del terreno que en ese caso sería un glaciar.“Se trata de un terreno que debe estar a cero grados centígrados o por debajo varios años consecutivo y en verano, aunque siga helado por debajo, la parte activa se descongela”, nos dice el geólogo.

Para Jerónimo López lo que ha ocurrido es Rusia es más grave de lo que pueda parecer porque “el deshielo del permafrost libera grandes cantidades de dióxido de carbono y metano, lo que agrava y acelera el proceso de calentamiento global. Y el gas metano es más activo que el Co2.Por eso, hay que prestar atención al deshielo del permafrost”. Se estima que por cada grado centígrado que sube la temperatura de la Tierra se podrían perder 4 millones de kilómetros cuadrados de permafrost.