El profesor que dio alas a Pau Donés

Madrid

En 2017, Pau Donés publicó ’50 palos…y sigo soñando’, un libro en el que repasaba su medio siglo de vida. En él hablaba del amor, de la amistad, de la familia, de su hija, de música, de buenos y malos momentos. Entre sus páginas, se escondía, además, un pequeño homenaje a Jordi Sistach, un profesor de literatura que, siendo un adolescente, confió en él. “Por aquel entonces yo tenía dieciséis años, era disléxico y un rebelde de mucho cuidado. Mi madre había fallecido hacía poco y os podéis imaginar la bomba de relojería que tenía el pobre profesor entre manos”, escribía Pau Donés. Contaba que, a base de hacer bien su trabajo, el maestro despertó en él las ganas de escribir.

EL ADIÓS DE CARLES FRANCINO A SU AMIGO PAU DONÉS

<p><em>Todo eso que me ha dado Pau</em></p>

Cuando Donés se asomó a ‘La Ventana’ para hablarnos de su libro, localizamos al profesor. Hacía años que no sabían el uno del otro, y el docente no era consciente de haber sido tan importante para el Donés adolescente.

Hoy se ha vuelto a asomar a ‘La Ventana’ para recordar a su alumno. “Todo él era sentimiento y ganas de vivir”, ha asegurado. Su ilusión, su amor por la vida son, para Sistach, toda una lección de vida. “La de vivir intensamente este instante, el otro no sabemos si lo tendremos”, ha añadido.

Los profesores tratan, a lo largo de su carrera, con centenares de alumnos. Para él, fue un orgullo saberse tan querido por Donés. “Me impresionó. Tú crees que la vida pasa y no pasa nada, y no, vas dejando buenos y malos recuerdos. Y eso te llena de responsabilidad”. En su caso, dejó una huella tan buena en su alumno, que tras la entrevista en ‘La Ventana’ retomaron el contacto. Se vieron en un concierto y se ponían al día, de vez en cuando, por WhatsApp.

Ambos, amantes de la navegación a vela, planificaban salir en velero algún día juntos por Palamós (Girona). Es la única asignatura pendiente que les ha quedado al alumno y a su profesor más querido.