Sacarse el carnet de conducir en tiempos de coronavirus

Madrid

Se calcula que unos 130.000 alumnos estaban estudiando para sacarse el carnet de conducir en España cuando se decretó el estado de alarma y las autoescuelas tuvieron que suspender sus clases. Un parón forzoso en el que, sin embargo, las autoescuelas digitales están capeando algo mejor el temporal. Su modalidad de formación online les ha permitido multiplicar sus matrículas durante estas semanas de confinamiento. ‘Nosotros hemos pasado de unos 150 alumnos a más de 450 en apenas dos meses’, ha contado en La Ventana, Javier Salvador, profesor y director de autoescuela en ‘On Road’, una de las compañías que forman parte de la Plataforma de Autoescuelas Digitales creada en 2019.

Tras veinticinco años en el sector de la formación vial, en 2019 Javier dio el paso de reciclarse en un modelo de negocio digital que en Francia por ejemplo ya presenta a cerca de la mitad de los alumnos a los exámenes de conducir, y que en España, antes de la crisis, apenas rondaba el 10%. ‘Muchos alumnos han visto una posibilidad de emplear su tiempo durante este confinamiento y poder avanzar en la preparación de los exámenes teóricos’.

Algo que ha aprovechado Valentina Orellana, matriculada desde antes de la pandemia en una autoescuela digital. ‘He seguido con el teórico y lo llevo más o menos al día. Y llevaba seis clases prácticas que en cuanto pueda retomaré’, ha asegurado. Valentina asegura no haberse planteado tirar la toalla por miedo al coronavirus y mantiene su idea de presentarse al exámen en cuanto sea posible.

Precisamente este lunes, la Plataforma de Autoescuelas Digitales mantiene una reunión con la DGT para ir estudiando la puesta en marcha de protocolos de cara a la reanudación de las clases prácticas y la futura celebración de los exámenes. En el caso de las Autoescuelas Digitales esa formación práctica es lógicamente presencial aunque cambia el modelo: ‘En vez de ir el alumno a la autoescuela, es el profesor el que se desplaza a la zona que le viene bien al alumno. Tenemos las ciudades delimitadas por zonas, y es el alumno el que elige al profesor en función de sus necesidades de proximidad a su domicilio o centro de trabajo. Los dos quedan en el punto acordado, y finalizada la clase, el profesor se marcha en el vehículo a realizar la siguiente, se trata de dar las máximas facilidades y ahorrar tiempo al alumno’, ha explicado Javier Salvador.

Lo que sí preocupa en el sector es que la vuelta a la actividad se pueda desarrollar con las máximas medidas de seguridad tanto para profesores como para alumnos. ‘Nosotros hemos propuesto un protocolo que incluye un termómetro digital para que cada profesor y cada alumno se tome la temperatura, y un control de notificación y rastreo de posibles contactos en cuanto se detectara un contagio. También creemos que se tiene que reducir a uno solo el número de alumnos dentro del vehículo y que es imprescindible una desinfección de todos los elementos interiores del automóvil entre clase y clase, con geles hidroalcohólicos’.

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Lo que resulta imposible de soslayar es la distancia mínima exigida, dadas las dimensiones del vehículo o el uso de guantes, dada la importancia del tacto para el manejo del volante y otros elementos. También se descarta el uso de viseras, ya que no puede haber elementos rígidos entre el conductor y el copiloto y los air bags delanteros y tampoco se considera factible la instalación de mamparas laterales entre el profesor y el alumno, ya que el primero necesita poder tomar el mando del coche por motivos de seguridad o para neutralizar alguna maniobra arriesgada durante la clase.