La cadena de ayuda vecinal que alberga el Teatro del Barrio
La plataforma La Cuba, ubicada en el Teatro del Barrio distribuye alimentos a 700 familias y más de 400 personas en Madrid gracias a una red solidaria que no para de crecer
La cadena de ayuda vecinal que alberga el Teatro del Barrio
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Madrid
La crisis sanitaria ha hecho renacer un sentimiento que estaba algo olvidado en las ciudades: el vecinal. Un ejemplo mayúsculo existe en el barrio de Lavapiés en Madrid donde varias asociaciones de vecinos se han agrupado en la plataforma La Cuba para recoger y distribuir alimentos a quien más lo necesita. Sus más de 150 voluntarios atienden ya a unas 700 familias, unas 2.500 personas, y a más de 400 que viven en la calle. Además, están tejiendo una red con otros barrios de Madrid para coordinar conjuntamente una red de asistencia solidaria en toda la ciudad. Ante la falta de respuesta pública, el teatro del barrio les ha cedido temporalmente sus instalaciones y se ha convertido en un almacén de solidaridad vecinal. Hasta han trasformado su sistema de venta de entradas para recaudar fondos.
El primer eslabón de la cadena de la plataforma está en comercios de la zona que han instalado cajones solidarios para el Banco de Alimentos de Lavapiés. Algunos están supervisados por voluntarios como Amaya: "Tenía mucho tiempo libre y decidí ayudar en esta iniciativa vecinal tan fantástica". Lo recaudado en las tiendas se traslada a la plataforma, instalada en el Teatro del Barrio, que tuvo que interrumpir de manera brusca sus representaciones.
Mientras su equipo artístico trabaja para reinventarse ante el nuevo escenario creado por el Covid, han decidido ceder el espacio de los vecinos: "Siempre hemos querido estar unidos al barrio y ser altavoz de quien quiera contar su situación social" explica Ana Camacho gerente del teatro, así que aceptaron la propuesta de un proyecto que arrancó el multicultural Club de fútbol "Dragones" de Lavapiés.
"Trabajan por la integración de todos sus colectivos sociales y enseguida detectaron que muchas familias necesitaban ayuda a consecuencia de la pandemia”. "Lavapiés es muy turístico, hay mucha gentrificación y cuando se ha ido todo eso, por la pandemia, ha quedado lo que realmente es: un barrio con necesidades sociales", asegura Marta Curiel, periodista y voluntaria que recuerda que "los vecinos están haciendo un servicio que no les corresponde". La Cuba se financia a través de donaciones, pero necesitan ayuda de la administración. El teatro algún día tendrá que volver a ser teatro y ellos necesitarán una sede municipal para seguir ayudando ya que la necesidad seguirá existiendo.
De los sonidos propios de los espectáculos, en el Teatro del Barrio han pasado al del ajetreo de 70 personas que organizan y reparten los alimentos y menús diarios para gente en la calle, elaborados por el restaurante La Lorenza. Los voluntarios realizan tareas muy diversas como logística, reparto o atención telefónica: "Te encuentras con familias con niños que nos dicen que ese día no tienen para comer y es muy duro no darles una respuesta", aseguran varias de ellas.
Aquí trabajan con cita previa y con las figuras de las madrinas que estudian cada caso, llaman semanalmente para organizar las cubas, los lotes de alimentos. Piedad es una de esas madrinas que afirma que esto "es duro, pero a la vez enriquecedor" ya que en su caso ha establecido una relación con algunas familias muy especial como una de Senegal con la que comparte historias de ciudades.
En la entrada del teatro y al otro lado del teléfono se suceden las historias de vecinos que solicitan ayuda como Claudia, de Colombia y residente en España desde hace tres años: "Mi empresa está en ERTE y como ese dinero no llega, la cosa se ha complicado mucho. Yo sostengo a toda la familia en casa".
Silvia empezó como usuaria también cuando se quedó sin trabajo y no tenía derecho a paro por un contrato irregular. Con una niña y completamente sola en la ciudad, no tuvo más remedio que acudir a La Cuba: "Después de pasarlo muy mal decidí darle la vuelta y ofrecerme como voluntaria y ahora he encontrado trabajo".
La cadena continúa en otros comercios de la zona o en la web del teatro abierta a contribuciones. Por distintas vías, todos tenemos la oportunidad de arrancar de nuevo esta increíble cadena de ayuda vecinal.
Laura Piñero
Cartagena (1985) Periodista de la SER desde 2009. Ha pasado por Hoy por Hoy, A vivir Madrid y actualmente...