El confinamiento ha provocado un descenso del ruido sísmico sin precedentes en España
En La Ventana entrevistamos a Emilio Carreño, director de la Red Sísmica Nacional, que nos comenta ahora mismo ha desaparecido el riesgo de pequeños desprendimientos de origen humano en la Cueva de Altamira
El confinamiento ha provocado una reducción del ruido sísmico sin precedentes en España
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Madrid
Una prueba más de que los españoles estamos cumpliendo con nota el confinamiento nos la da el suelo. Nosotros hemos dejado de movernos y el suelo de la ciudad también ha dejado de moverse en la misma medida. Desde el confinamiento se ha registrado un gran descenso del ruido sísmico ambiental, es decir, de las vibraciones generadas por automóviles, industria y personas. Donde más se ha notado el descenso ha sido en Canarias porque allí es más difícil aislar el ruido.
"No había ningún precedente. Hace ya bastantes semanas que empezamos a comparar estos periodos con los de años anteriores", asegura en 'La Ventana' Emilio Carreño, director de la Red Sísmica Nacional. Las comparaciones se hacen con una utilidad: "Estamos obteniendo resultados muy curiosos, por ejemplo cómo en la red sísmica que existe en torno a la Cueva de Altamira, con el fin de ver si hay desprendimientos en el interior, ha disminuido muchísimo el ruido. Es decir, que ahora mismo el riesgo de que haya cualquier mínimo desprendimiento de estas cuevas prácticamente ha desaparecido en cuanto a la acción del hombre",
En España se registran unos 10 o 12 pequeños terremotos al día. Y el ruido ambiental puede ayudar a camuflarlos, "estamos acostumbrados ya a que exista ese ruido con lo que solemos filtrar las señales que recibimos, así que si se calcula un pequeño terremoto este ruido se elimina. Pero sí es cierto que, por ejemplo, una actividad sísmica en Canarias de origen volcánico de poquísima magnitud seguramente se registraría mucho antes y con mayor limpieza".
También se podría detectar con mucha exactitud una prueba nuclear, "si ahora mismo hubiera alguna prueba nuclear el registro sería muchísimo más limpio y la localización de explosivos sería mucho más fácil", concluye.