El Museo del Prado rectifica una biografía en la que describía como "fea de rostro" a una pintora
La petición para que se cambie la biografía de Giulia Lama esta hecha desde 2004, pero no se ha hecho hasta ahora

El Museo del Prado rectifica una biografía en la describía como “fea de rostro” a una pintora
08:29
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
La semana pasada hablamos sobre la falta de mujeres artistas no solo en el Museo del Prado, sino también en otros de los más importantes del mundo como la National Gallery o el Louvre. Pero esta discriminación no consiste solo en el número de obras de mujeres expuestas en las paredes de los museos, sino también en cómo se cuenta la historia de estas artistas.
Y es que, hasta hace bien poco, la biografía de una artista como la veneciana Giulia Lama, escrita por Manuela Mena, rezaba: “de personalidad esquiva y retirada, fea de rostro, pero de una gran espiritualidad”. Y es este “fea de rostro” lo que el museo se ha visto obligado a rectificar por presiones desde varios sectores sociales.
Para comentar este tema hemos contado con Peio H. Riaño, que nos visitó hace poco para presentarnos su libro ‘Las Invisibles’, un libro que habla precisamente de este tema. Riaño nos ha contado que la primera reclamación para cambiar esta referencia se hizo en el año 2004, cuando el gobierno de Zapatero creó un grupo de expertos con historiadoras del arte al frente para revisar el sexismo. Esta comisión estuvo liderada por María Fernández Cao, que ahora se ha quejado diciendo que “han tenido que venir un hombre en Twitter y otro con un libro para que nos hagan caso”. “¿Será que los hombres solo escuchan a los hombres?”, se pregunta.
Y es que alega el Museo que el texto se modificó el pasado 25 de noviembre como respuesta a un tweet que publicó Manuel Ansede, periodista científico en Materia. Sea como fuere, se queja Riaño de que “el Museo está simplemente esperando a que la sociedad les avise en lugar de ir por delante”.
A pesar de esto opina que “tenemos que sentirnos orgullosos de esta nueva sensibilidad del museo gracias al empuje de muchas historiadoras del arte”. Aunque esta es una tarea que no ha hecho más que empezar. A pesar de que ahora, en la página web oficial del Museo ya no podamos encontrar tal frase, hay otros muchos ejemplos que nos indican cómo las mujeres han sido desterradas de la historia del arte.
“Necesitamos más contexto sobre las pinturas que se están mostrando”, opina Riaño. Y es trabajo de los historiadores del arte el contextualizar estas obras, pero haciéndolo desde una visión contemporánea: “Que trabajen los historiadores del arte, que nos cuenten las pinturas, pero vistas con nuestra sensibilidad”.
Además, Riaño nos ha adelantado otro tema que guarda mucha relación con este. Y es que “un museo nacional muy importante de Madrid” ha descubierto que una pintura que durante siglos había sido atribuida a un hombre, en realidad pertenece a una mujer. “Como tantas veces ha ocurrido”, se lamenta nuestro invitado.