Una sociedad justa para las mujeres del futuro
Este 8-M hacemos balance de los lentos avances en igualdad de género 25 años después de los compromisos de Pekín. La educación es clave para que las niñas de hoy se conviertan en mujeres con plenos derechos
![Punto de Fuga: 'Del olvido, al maltrato a los refugiados en Grecia y Turquía' (06/03/2020)](https://cadenaser.com/resizer/v2/NRE25THIKNPDJPUB4PGSHX6RR4.jpg?auth=838d5c68ea3bc9cbb432893ff2737697b6a1e42226f17516033e124e84a483e8&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Punto de Fuga: 'Del olvido, al maltrato a los refugiados en Grecia y Turquía' (06/03/2020)
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Se cumplen 25 años del compromiso de las naciones del mundo por la igualdad de género en una reunión celebrada en Pekín. Pero las mujeres de hoy en día no verán cerrarse la brecha de género, y quizá tampoco sus hijas. Así lo reconoce el Foro Económico Mundial en un informe en el que señala que la paridad no se alcanzará hasta dentro de 100 años.
En este cuarto de siglo se han dado avances muy positivos, reconoce Paloma Escudero, de Unicef. “Partíamos de una base de muchísima desigualdad y hemos conseguido no sólo, por ejemplo, que se doblara la escolarización de las niñas en primaria y en secundaria, siendo ahora muy superior la asistencia escolar de niñas en secundaria y primaria y sus resultados académicos, sino que también ha habido una reducción masiva en los en los embarazos precoces, en el matrimonio precoz o en los contagios de niñas adolescentes por sida”.
Además, asegura, se han dado progresos en la concienciación de la sociedad en que hay que invertir en niñas, en mujeres, y luchar contra discriminación. Unicef, Plan Internacional y ONU Mujeres han publicado un informe en el que se reconoce que ahora existen nuevos retos diferentes a los de hace 25 años por el avance social. Uno de ellos es la incorporación de las jóvenes al mundo laboral. Escudero denuncia que “a pesar de estar muy bien formadas, a pesar de que académicamente el rendimiento escolar está siendo muy superior muchas veces al de los niños y los hombres, todavía la incorporación de la mujer al trabajo está siendo muy inferior a la incorporación de los chicos y, una vez que se incorporan, con una diferencia salarial inadmisible, increíble y que no se corresponde con la capacidad y con la contribución de las mujeres al mundo laboral”.
El segundo reto y uno de los que más preocupa a Unicef es el incremento de la violencia contra las mujeres y contra las niñas. “No sólo es la violencia sexual, que sigue siendo admisible en muchísimos países, sino también el ciberbullying, el acoso sexual online, que se ha convertido en una de las primeras preocupaciones para cualquier niña adolescente que realmente se siente amenazada y desprotegida en su vida”, asegura Escudero.
Lejos del fin de la violencia contra las niñas y mujeres
Hay más de 600 millones de mujeres que viven en países en los que la violencia doméstica no está reconocida legalmente. Por eso las prioridades de la organización para defender a los menores y las mujeres es el cambio de legislaciones en países donde la violencia sexual sigue sin reconocerse, pero también donde la violencia se mantiene en secreto dentro de las familias.
Escudero recuerda que los problemas relacionados con embarazos o parto precoz y el suicidio son las principales causas de mortalidad de las niñas adolescentes de entre 15 y 19 años. Y generalmente detrás de esos suicidios hay, además de temas de salud mental o bullying, lo que se llaman “crímenes de honor, que son abusos sexuales, homicidios de niñas cometidos por su entorno más cercano y que quedan normalmente impunes”.
Los grupos armados no responden a la legislación internacional
Los conflictos armados son un caldo de cultivo de violaciones de los derechos de los niños y niñas. Unicef ha reportado que solo en 2019 se produjeron 24.000 casos de violaciones graves contra los niños en conflictos armados (asesinatos, violaciones, mutilaciones), además de que “nunca antes se habían visto tantos bombardeos y ataques a colegios, hospitales o instalaciones de agua”, lamenta Escudero.
Una de las consecuencias de esos conflictos es la desprotección de las mujeres y niñas refugiadas que se ven obligadas a huir y se enfrentan a ataques sexuales, asesinatos o trata de niños en los países de tránsito y de destino.