El morbo enfermizo de grabar y difundir el sufrimiento merece un reproche social
El psiquiatra Jesús de la Gándara relaciona las grabaciones de víctimas en siniestros en Almería y Alemania con personalidades narcisistas e histriónicas que buscan protagonismo a través de las redes sociales
Jesús de la Gándara relaciona las grabaciones de víctimas en siniestros con personalidades narcisistas e histriónicas
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Madrid
Ha ocurrido siempre. El mirón que se para y observa impertérrito las consecuencias de un accidente sin socorrer a las víctimas o llamar a las emergencias sanitarias. "Es una reacción primitiva propia de personalidades narcisistas e histriónicas que anteponen su afán de protagonismo y una curiosidad morbosa por la muerte a otras consideraciones", ha explicado en La Ventana el jefe de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos, Jesús de la Gándara. "De ese cóctel perfecto entre la fascinación primaria por la sangre y el narcisismo o la histeria social del 'yo estaba allí' surgen estas conductas".
<p><i>¿Tuitear la agonía de un moribundo?</i> | <span style="letter-spacing: 0px;">El morbo que suscita contemplar un accidente está tan generalizado que ha sido bautizado por la DGT como 'efecto mirón'.</span></p>
Lo que ha cambiado ahora son los medios que los mirones de siempre tienen a su disposición para proyectar ese narcisismo en la red. Y eso amplifica el fenómeno y lo multiplica vía retuit. "Antes se miraba y se contaba lo que se había visto. Ahora se mira, se graba y se difunde", explica De la Gándara. Y se hace traspasando cualquier frontera ética y también penal como ha ocurrido recientemente en Almería, donde la Guardia Civil investiga a la persona que grabó y tuiteó la agonía hasta la muerte de una víctima de un accidente de tráfico. Una conducta tipificada en el Código Penal como delito contra la integridad moral y que está castigada con penas de entre seis meses a dos años de cárcel.
Tan inmoral es quien graba como quien redifunde
Algo no muy distinto a lo que ha llevado a la detención de dos personas que grabaron con su móvil las consecuencias del atropello múltiple en el carnaval de la localidad alemana de Volksmarsen.
¿Y qué hacer frente a esto? Jesús de la Gándara lo resume en una triple respuesta: "la moral, el reproche social a comportamientos que vulneran la ética, las normas legales para castigar estas conductas y el silencio colectivo". Tan inmoral es quien graba como quien redifunde el sufrimiento ajeno.
