Sergi Moreso: "Un bar es el escenario idílico para crear"

Madrid

Sergi Moreso es ilustrador, humorista gráfico y autor del libro ‘El típico bar si el camarero hablase’, donde recoge una serie de viñetas sobre situaciones que nos podemos encontrar casi a diario en los bares.

El libro empieza en un bar un lunes por la mañana, cuando los clientes van a desayunar, y acaba un viernes por la noche, cuando los clientes están de fiesta tomando cervezas. “Esta idea surgió por una exposición que me propuso un amigo que tiene un bar”, cuenta Sergi. “A raíz de esa propuesta desarrollé varias viñetas ubicadas en un bar y poco a poco fui desarrollando ideas hasta que salió el libro”, comenta.

El autor confiesa que, precisamente, empezó a hacer las ilustraciones en un bar, lo que para él “es el lugar perfecto para crear viñetas, para escuchar y observar” porque estás tranquilo y te van pasando cosas, gente e historias por delante.

Sergi admira a todos los camareros porque considera que su cordialidad es impagable: “siempre tienen que poner una sonrisa y buena cara ante todas las opiniones de los clientes sobre fútbol, política o lo que sea”. Según él, cuando un camarero tiene muchos años de experiencia, de una manera u otra, generan músculo y son capaces de adivinar si un cliente tiene un buen día o un mal día.

Juan Antonio, un profesional que lleva 42 años trabajando en el sector, está de acuerdo con Sergi: “desde que una persona entra por la puerta ya sabemos si va a ser buen cliente o mal cliente”. Y añade que los camareros siempre tienen que dar la razón a los clientes, “sean de derechas, de izquierdas o de cualquier equipo de fútbol”.

En un bar se conocen multitud de historias, pero Juan Antonio sostiene que las amistades es lo mejor que se lleva después de haber trabajado tantos años detrás de la barra. “Hay gente que vuelve después de los años a saludarte; que te recuerden y te tengan en el corazón, llena muchísimo”, explica Juan Antonio.

Eladio lleva 30 años de camarero y está convencido de que “los clientes que son muy soberbios con los camareros acostumbran a ser muy sumisos con sus superiores”. Sin embargo, Eladio también admite que la mayoría de las personas suelen ser muy amables y buenos clientes.