¿Cese inexplicado por inexplicable?

Madrid

El periodista Fernando Garea ha sido destituido como presidente de la Agencia EFE cuando aún no había cumplido dos años de mandato. Según nos ha contado Mariola Lourido, le comunicó el cese el secretario de Estado Miguel Ángel Oliver el sábado, en un bar y sin explicarle las razones. Y si las formas no estuvieron a la altura, el fondo, inexplicado, parece inexplicable.

Así que, una vez más, tendremos que leer entre líneas. Entre las que ha escrito el propio Garea en su despedida a los trabajadores, recordando que “una agencia pública de noticias no es una agencia del Gobierno”, como queriendo decir… Y leemos entre líneas las que ha escrito y omitido el Gobierno al comunicar el nombre de su sucesora, Gabriela Cañas, de impecable currículum. En el comunicado no se cita al cesado ni se le agradecen los servicios prestados, lo mínimo en estos casos, y se anuncia que la nueva presidenta tendrá como prioridad “la renovación y modernización” de la agencia, que es justo lo que ha hecho Garea en sus 19 meses de mandato sin quejas manifiestas del Gobierno en este tiempo. Así que algo se nos escatima. Y parece impropio de un gobierno transparente cuando aborda el relevo en una agencia, precisamente, de información.