Antonio Banderas, 'espatarrao' a por un Óscar en español
A sus 59 años y después de superar un infarto, el actor se encuentra en lo más alto de su carrera
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Antonio Banderas, durante la fiesta de mejor película internacional en los Óscar / MARIO ANZUONI (Reuters)
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Madrid
A sus 59 años y después de superar un infarto, Antonio Banderas se encuentra en lo más alto de su carrera. “Probablemente sea el año más bonito de mi vida”, confesaba hace dos semanas en Málaga tras recoger su primer Goya. Antes había ganado en el Festival de Cannes y la crítica de Nueva York y Los Ángeles le había reconocido como el mejor actor del año.
Su fusión con Pedro Almodóvar en Dolor y gloria, la cinta más personal y reflexiva del cineasta manchego, le ha llevado a lo más alto: la nominación al Óscar como actor protagonista. Había sido candidato al Globo de Oro en varias ocasiones pero nunca a los premios de la Academia de Hollywood. Allí estuvo afincado más de 20 años y en estos meses ha recibido el cariño y reconocimiento de toda la industria.
“Le estoy pagando a Batman por si me hace el favor”, bromeaba en la noche de los Goya consciente de que el favorito es Joaquin Phoenix por su interpretación en Joker. “Nosotros somos lo que somos, una película que representa cuatro millones de dólares en EEUU frente a películas de 250 millones, y que tienen detrás un aparato impresionante. Y yo además con un papel en español con un terna de actores que hablan en inglés. Que se quede fuera De Niro, Christian Bale o Taron Egerton, era muy complicado. A esa fiesta sí que voy tranquilo, voy ‘espatarrao’. A pasarlo de puta madre”.
En los grandes premios del intervienen muchos factores, pero diseñar e invertir en una campaña es clave. “Me sorprendió mucho la nominación, las campaña de los Óscar son muy complicadas, intervienen los estudios con mucho dinero, organizan fiestas, comidas… Yo no he estado allí, he estado en mi teatro todos los días, me he desplazado dos o tres veces”.
Bien lo saben el propio Phoenix o Brad Pitt. Ambos han sabido enfocar esta larga carrera con dos estrategias muy diferentes. El primero, cuando la crítica se inclinaba por Adam Driver, acentuó el perfil político de sus intervenciones para contrarrestar la imagen de un personaje, el Joker, incómodo y desestabilizador en EEUU. En los Globos de Oro sacó los colores a sus compañeros por el uso de aviones privados y en los Bafta denunció ser cómplices del racismo. Pitt ha optado por ir a todos los saraos, posar en todas las fiestas, tirar de humor y dejar claro que está soltero.
Antonio Banderas ha intensificado sus apariciones en la última semana. Ha pasado por programas matinales como ‘Good Morning America’ o el late night de Stephen Colbert. En ambos, con su habitual naturalidad y honestidad, ha repetido dos mensajes: la importancia de su nominación para el cine en español y cómo el infarto que sufrió en 2017 le ha cambiado la vida.
“Si mi cardiólogo está viendo esto, debe estar flipando ahora”, fue lo primero que dijo al recoger el Goya en su ciudad, donde además actuó con su función teatral. En una entrevista con El Cine en la SER en Cannes confesaba cómo ese ataque al corazón había reordenado su vida. “¿Se puede agradecer en la vida tener un ataque al corazón? Porque a mí, personalmente, me ha servido para reflexionar, para volver a mirar, darme cuenta de que nos morimos, de que somos vulnerables y de que empiezas eliminar las pajas que tienes en la vida, como el coche que te vas a comprar. Y te quedas con lo esencial y, lo esencial, es mi carrera. De repente, ha sido una bendición. Pedro lo detectó. No sé si me llamó por eso, pero desde los primeros ensayos me lo decía: "Antoñito, hay algo en ti, un peso, desde que te pasó el infarto que es nuevo, no lo escondas, coño”
En otoño, durante la promoción del estreno de Dolor y Gloria en EEUU, contaba esa experiencia en CNN, con Christiane Amampour, para el público americano. “La muerte es la única certeza que tenemos y todo lo demás es absolutamente relativo. Hubo algo dentro de mí que cambio y Pedro Almodóvar, que es una persona muy perspicaz, se dio cuenta y me dijo que no intentara esconderlo. Este personaje requería ese tipo de soledad y sufrimiento que había experimentado”, declaró en uno de los programas más prestigiosos de EEUU.
En sus últimas entrevistas antes de la ceremonia ha incidido en otro mensaje de cara la industria y el futuro de Hollywood. "He estado trabajando aquí durante casi 23 años, y nunca fui nominado para una película que hice en inglés, pero ahora me reconocen por una película que hago en español. Es importante porque es un reconocimiento para mi comunidad”. Banderas es el primer actor español nominado por una película en habla no inglesa. Tanto Javier Bardem como Penélope Cruz lograron la estatuilla por interpretaciones en inglés.
Tras el éxito en la pasada edición de Alfonso Cuarón con ‘Roma’, con nominaciones a Yalitza Aparicio y Marina de Tavira, dos actrices latinas, el malacitano ha reivindicado el poder de la industria de hispanohablantes y la necesidad de que Hollywood abrace un cine global y sin fronteras. "Puede suceder que muy pronto, los Oscar no sean un premio estadounidense. Es un reconocimiento mundial. Pero para hacer eso, tienen que aceptar a cineastas de todo el mundo ser parte de esta estructura”, decía en conversación con The Hollywood Reporter.
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José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...