'Aves de presa', la anarquía feminista de Margot Robbie
Harley Quinn cuenta, en profundidad, su historia de emancipación en la nueva entrega del universo DC
Madrid
La nueva película del universo DC, protagonizada por Margot Robbie de nuevo en el papel de Harley Quinn, es una comedia de acción con más acierto para coreografiar mamporrazos que para encontrar el humor. Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) es una fiesta colorida, llena de lentejuelas y purpurina, en la que este personaje se emancipa tras la ruptura con el Joker. Quinn tendrá que aprender a vivir sola y sin la protección que el villano más temido de Gotham le proporcionaba, y se dará cuenta de que tiene incontables enemigos, incluso algunos a los que ni recuerda.
La historia de Harley Quinn se cruzará con la de otras tres mujeres, Canario Negro, Cazadora y Renée Montoya, con las que tiene un enemigo común: Máscara Negra, interpretado por Ewan McGregor. Juntas tendrán que salvar de este villano, que no está a la altura, a Cassandra Cain, una niña huérfana con la mano muy larga. El personaje de McGregor no es el único que no da la talla, el resto de los personajes secundarios son planos y quedan a un lado por la gran presencia de Margot Robbie, y la reunión de este grupo de mujeres luchadoras contra el mal se hace esperar más de lo necesario.
Con estética de videoclip hiperviolento, de aire noventero, y una estupenda banda sonora, toda la historia está contada en voz en off por la mismísima Harley Quinn, quien hace y deshace a su antojo, creando una narración desordenada que acaba haciéndose pesada y que podría ser un reflejo del desorden mental de la protagonista. Son tantos los detalles que nos da en su narración que no hace falta conocer su pasado: una introducción animada explica cómo esta niña anarquista que estudió psiquiatría acabó enamorándose del Joker y ahora armando su propia revolución.
Dirigida por la casi novata Cathy Yan, escrita por Christina Hodson y producida por Margot Robbie, Aves de presa mantiene su propósito feminista tanto delante como detrás de las cámaras y, aunque mejora lo que vimos en Escuadrón suicida, no llega a estar a la altura de lo que Todd Phillips hizo por el exnovio de Harley Quinn en Joker.