¿Por qué es tan difícil 'desokupar' una vivienda?

Madrid

Un Juzgado de Madrid ha absuelto a la joven de 18 años que el pasado mes de junio ocupó con su novia la casa de sus abuelos ausentes. El fiscal solicitaba el desalojo inmediato y una multa de 1080 euros, pero la jueza ha optado por la absolución porque la joven ya vivió con su padre en esa casa con el consentimiento de los abuelos, sin que la abuela, propietaria de la vivienda y enferma de alzheimer, haya revocado el permiso.

Seguramente se nos escapa algo, pero la sentencia resulta chocante. Como, en general, es sorprendente que el propietario de una vivienda ocupada tenga que enfrentarse a un dilatado proceso judicial, asumiendo los costes económicos y los inconvenientes personales que supone, para reclamar lo que evidentemente es suyo frente a quien, evidentemente, lo está usurpando. En un país en el que, según datos de Interior, la ocupación ha crecido casi un 60% en los últimos cinco años. No sabemos si es un problema de la ley o de la escasez de recursos policiales y judiciales para agilizar los procedimientos. Lo que está claro es que esto que nos ocupa es un problema.