Un nombramiento disparatado
Parece que le gusta provocar al presidente Pedro Sánchez, pero este nombramiento juega con fuego
Madrid
Pues no, es una mala noticia, muy mala, este Ojo diría que incluso horrible, la designación de Dolores Delgado como candidata a Fiscal General del Estado.
Parece que le gusta provocar al presidente Pedro Sánchez, pero este nombramiento juega con fuego. Es incluso insultante que al día siguiente de proclamarse campeón del diálogo, decida un cargo como éste sin consultar con la oposición.
Y es malo que haya actuado así por varias razones, pero bastará con las más obvias. Primero, porque desprecia uno de los valores sagrados de la política: no solo hay que ser honrado, sino parecerlo. Y Delgado será una señora de una honradez personal acrisolada, pero no haga usted que me trague el sapo de su neutralidad. Y la segunda, para no extendernos, es que es usted, señor Sánchez, quien debiera dar ejemplo a la oposición, que ya sabemos todos cómo es y sobre todo cómo será, de los beneficios de pactar las grandes cuestiones de Estado, y la persona que ocupe la Fiscalía del Estado lo es.
Quien pretende recibir, debe dar. Mal empezamos.