'1917', la espectacular inmersión bélica de Sam Mendes

Madrid

La ganadora de los Globos de Oro y favorita ya para los Oscar llega a los cines, es 1917, cinta bélica de Sam Mendes. Robert Pattinson y Willem Dafoe protagonizan El faro, la cinta de terror y fantasía de Robert Eggers. Nuevas miradas en el cine español, la de la directora valenciana Lucia Alemany en La inocencia, una historia de adolescencia y madurez. En Sucedió una noche, repasamos la carrera de Julia y Emilio Gutiérrez Caba, los premios Feroz de Honor de este año. Y en televisión, vuelve el papa más atrevido de la televisión, Jude Law protagoniza junto a John Malkovich The new pope, la segunda temporada de la ficción de Sorrentino.

• Estrenos de cine: de 01:00 a 30:00 minutos
• Sucedió una noche: de 30:00 a 55:00 minutos
• Estrenos de televisión: de 55:00 a 80:00 minutos

1917 (Sam Mendes)

Sam Mendes consiguió en el año 2000 el Oscar por su primera película, American Beauty, el retrato del desencanto de la sociedad posfordista. El sueño americano volvió a su obra con Revolutionary Road. Después firmó las dos entregas más políticas de la saga Bond, Skyfall, donde mostraba un mundo desmoronado y en pleno cambio, y Spectre. Ahora regresa con una cinta bélica, un género que también ha explorado ya, lo hizo en Jarhead, una crónica sobre la Guerra del Golfo. Sin embargo, en 1917 se acerca a la Primera Guerra Mundial.

Una contienda que marcó para bien o para mal la historia reciente de Europa y que dinamitó las fronteras del siglo anterior. Ahí sitúa la acción Mendes, que basa su guion en las historias que su abuelo le contaba. En el año 1917, Alfred Mendes era un joven de 19 años que se alistó en el Ejército británico. Debido a su baja estatura fue elegido para hacer de mensajero en el Frente Occidental. Precisamente ese es el argumento de la cinta: dos jovencísimos soldados que tienen, en una carrera contrarreloj, atravesar territorio enemigo para entregar un mensaje a otra unidad. Un mensaje que podría salvar la vida de 1.600 soldados británicos, entre ellos el hermano de uno de los protagonistas.

El director elige a actores muy jóvenes y desconocidos: George MacKay, al quien el director fichó tras verlo en Captain Fantastic, y Dean Chales Chapman, actor de Juego de Tronos son los dos actores que transitan por kilómetros de trincheras y trincheras atravesando todo tipo de peligros y van encontrándose con cabos, generales y soldados. Personajes que Mendes ha reservado a los nombres de relumbrón: Mark Stong, Andrew Scott, el cura buenorro de Fleabag, Benedict Cumberbatch, Colin Firth o Richard Madden.

Todo ello para hablar del poder de la palabra, de contar historias y del impacto de la guerra, la utilización de los jóvenes de clase obrera como carne de cañón en nombre de un país en las guerras. Ganadora de dos Globos de Oro, mejor drama y mejor dirección, y nominada a nueve Baftas, 1917 destaca por su apabullante despliegue técnico y artístico y su gigantísimo plano secuencia. Pero no se rodó en una sola toma, sino que se filmó en una serie de tomas largas sin cortes, que se pudieran conectar sin fisuras para que parezca tratarse de un único plano secuencia. Los cortes se realizaban aprovechando el umbral de una puerta, unas cortinas, o cuando los personajes entran en un búnker, o con una silueta. Lo más complicado era acertar a la primera, de modo que el rodaje se convirtió en una coreografía de técnicos y actores.

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Mendes, curtido en el teatro británico, rodó esta cinta como si de una obra se tratara. Para empezar porque fueron muchísimos los ensayos. La cámara sigue a los personajes en ese recorrido a contrarreloj, aunque el verdadero enemigo era el tiempo lluvioso que debía permitir realizar sin cortes. Roger Deakins, que ya ha trabajado en Jarhead y Skyfall con Mendes, se ha encargado de la fotografía. Todo un reto teniendo en cuenta que fue imposible iluminar artificialmente los metros y metros de trinchera construida a la intemperie.

En la era Netflix, Sam Mendes defiende un cine pensado para la pantalla grande, para vivir la experiencia, como reivindica una y otra vez el director.

El faro (Robert Eggers)

Robert Eggers es uno de los directores más interesantes del panorama audiovisual. Su primera película, La Bruja se convirtió en un fenómeno y referente del cine de terror moderno. Cuatro años después, en su segunda cinta, regresa a Nueva Inglaterra, pero cambia el entorno rural por el mundo marítimo de finales del siglo XIX. La historia de dos fareros atrapados por una tormenta en una isla remota.

Entre el drama psicológico y el terror fantástico, las dinámicas entre ambos personajes y la opresión del espacio desembocan en un descenso a la locura. La tensión entre la tradición y la modernidad, entre el mito y la fantasía, lo lleva al extremo en sus actores. Un auténtico tour de force en el que se lucen Willem Dafoe y Robert Pattinson.

Más pendiente de la forma y la estética que del relato, aunque siempre cuidando los detalles históricos, como la forma de hablar, Eggers ha rodado en 35mm, en blanco y negro y en formato cuadrado una cinta que es toda una experiencia visual. Una música repetitiva anticipa ese viaje de autodestrucción que el director acompaña con relatos ancestrales, sirenas y dioses marinos. Un despliegue de recursos e ideas que lo confirman como uno de los autores más relevantes del circuito independiente.

La inocencia (Lucía Alemany)

En La inocencia se respira pueblo. Se huelen las calles, se siente a la vecina, se disfruta el verano, se sufre septiembre. La debutante Lucía Alemany realiza una incursión en la adolescencia en el pueblo en el que todo resulta honesto y reconocible. La autora se ha basado en sus propias vivencias y su experiencia en el pueblo.

La historia gira en torno a una joven, sus amores de verano, sus fiestas con las amigas, la incomunicación con sus padres y la vuelta a la normalidad tras el fin de la feria. Esa sensación de vacío que deja el fin del verano ante la vuelta del instituto. En este caso, condicionada por un asunto al que le cuesta enfrentarse.

Ese tema es el aborto entre las adolescentes en un entorno tan cerrado, un tema tabú que afronta con luminosidad y delicadeza. A la joven realizadora le interesaba explorar y retratar con realismo esa etapa vital y el proceso de asunción de responsabilidades en ese tránsito de la infancia y a la época adulta.

La actriz Carmen Arrufat, nominada al Goya revelación, da vida a esa joven inquieta que sueña con trabajar en un circo y salir de ese espacio ante un padre autoritario y una madre impasible. Sergi López y Laia Marrull interpretan a los progenitores. Alemany recoge en toda su esencia el espíritu del pueblo. El sentido de comunidad, los chismorreos, la preocupación por las apariencias… El pueblo como espacio de libertad, pero también como cárcel. Y eso también pasaba por retratar a una juventud pegada a las redes sociales mientras en la discoteca suena Chimo Bayo, que lo siguen bailando y mucho

El reflejo de Sibyl (Justine Triet)

Vuelve el cine francés, se estrena El reflejo de Sibyl, de la directora francesa Justine Triet, autora de películas como Los casos de Victoria o La Batalla de Solferino. Sibyl es una terapeuta que decide volver a dedicarse a la que es su verdadera pasión: la escritura. Pero una nueva cliente, una actriz algo trastornada cambia su vida por una serie de revelaciones. La protagonista es Adèle Exarchopoulos, la protagonista de La vida de Adele.

La guerra de las corrientes (Alonso Gómez-Rejon)

La guerra de las corrientes es, tal vez, una de las películas con más mala suerte de los últimos años. Su estreno estaba previsto para 2017 y aspiraba a llegar lejos en la carrera de los Oscar. Se presentó en el festival de Toronto, en contra de la voluntad de su director, Alonso Gómez-Rejón, y tuvo muy mala acogida entre el público y la crítica. Este fracaso hizo que se replantearan la conveniencia de su estreno, previsto para noviembre, pero todo eso dio igual porque el 5 de noviembre, después de la primera publicación del New York Times contra Harvey Weinstein, Rejón recibió la orden de frenar la postproducción en seco. El film se quedó en el limbo hasta julio de 2019, cuando 101 Studios compró los derechos a la difunta Weinstein Company. Ahora se estrena el montaje de Rejón, un metraje 10 minutos inferior al proyectado en Toronto, producido por Martin Scorsese y que, según asegura el director, está 100% libre de interferencias de Weinstein.

En 1880 la luz y la energía de las máquinas se generaban a pedales, a mano o a vapor. Entonces llegaron dos propuestas: la corriente continua de Thomas Edison y la corriente alterna de George Westinghouse, apoyado por Tesla. 'La guerra de las corrientes' es la historia épica de la feroz competencia entre Edison y Westinghouse por el control del incipiente mercado de la generación y distribución de energía eléctrica. Es un instructivo drama histórico basado en hechos reales que reflexiona sobre cómo, en ocasiones, el progreso humano se reduce a un pulso entre hombres sedientos de poder.

La cinta abusa de puntos de vista, lo que impide que conectemos totalmente con los personajes. Personajes brillantemente interpretados por un elenco que, sin duda, atraerá al público. Benedict Cumberbatch, en su ya típico papel de genio terrible y cuestionable como persona es Edison; Tom Holland es Samuel Insull, su ayudante, Michael Shannon, Westinghouse y Nicholas Hoult, Tesla, en esta batalla por iluminar el mundo.