Una celebración antes de tiempo
Hace 40 años, el presidente de Afganistán, Babrak Karmal, celebraba que el gobierno soviético lo había puesto en este cargo. Pero la guerra en este país acabaría por tener desastrosas consecuencias para la URSS
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Una celebración antes de tiempo
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Tal día como hoy, pero hace 40 años, el nuevo presidente de Afganistán, Babrak Karmal, hizo su primera intervención televisada para celebrar que el gobierno soviético lo había puesto en este cargo.
El propio gobierno ruso, evidentemente, también estaba satisfecho por haber conseguido ampliar su ámbito de influencia. Pero tanto el gobierno afgano pro-soviético como el Kremlin no tardarían en recordar el 3 de enero de 1980 como un mal día. El gobierno estaba muy lejos de controlar todo el país, y la desafección entre los que se consideraban devotos musulmanes no paraba de crecer. Los soviéticos tuvieron que implicarse cada vez más en la política interna y en la guerra contra los guerrilleros conocidos como muyahidines. Además, estos últimos recibían tropas de refuerzo de todo el mundo musulmán, así como todo tipo de ayuda del gobierno de los Estados Unidos. Al final, entre 1988 y 1989, los soviéticos abandonaron el país. No tardó en caer el gobierno y no tardó tampoco en desmembrarse la URSS, y gran parte de culpa la tuvo el desgaste de la guerra afgana.
Además, de las cenizas de esa guerra surgió otro conflicto, el de los talibanes que había armado Estados Unidos contra el resto de Afganistán. Este a su vez es uno de los grandes culpables de la inestabilidad que seguimos viviendo en el mundo actual, derivada de la guerra de Estados Unidos con los que antes fueron sus aliados.