Ni la incorporación de Abascal hace mantener el interés en la política
Si la actualidad política fuera una serie, los críticos de tele escribirían algo parecido a lo siguiente
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Ni la incorporación de Abascal hace mantener el interés por la política
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Madrid
Si la actualidad política fuera una serie de televisión, los críticos de tele escribirían algo parecido a lo siguiente:
La serie empezó bien, con personajes potentes pero, tras varias temporadas, la falta de ideas de los guionistas queda demostrada por la repetición sistemática de las tramas. Ni siquiera la incorporación de nuevos actores como Santiago Abascal consigue que se mantenga el interés de las primeras temporadas. Se aprecia cansancio, reiteración de conceptos, y una realización pobre que en absoluto justifica el presupuesto desmesurado de la serie. Efectivamente, cuesta mucho dinero para lo poco que aporta al espectador, por lo que la cadena haría bien en plantearse su retirada.
El problema es que esta serie no la quitan aunque la audiencia baje y el mando a distancia que utilizamos; esto es, las urnas, empieza ya a cansarnos un poco. Como no mejoren, al final terminaremos apagando la tele, y eso no será bueno para nadie.