¿Es justo un impuesto a la riqueza? ¿Cómo debería de ser?
La 'jubilación de oro' con la que los cofundadores de Google - Larry Page y Sergey Brin- dan un paso atrás abre nuevamente el debate sobre la desigualdad, un debate que la senadora estadounidense Elizabeth Warren ha propuesto zanjar con un impuesto a la riqueza.
¿Es justo un impuesto a la riqueza? ¿Cómo debería de ser?
26:04
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Madrid
Larry Page y Sergey Brin -fundadores de Google- dan un paso atrás y ceden el control de la compañía. “Aunque ha sido un tremendo privilegio estar implicado en la gestión diaria de la compañía durante tanto tiempo, ha llegado el momento de asumir el papel de orgullosos padres”, explican en una carta.
Ambos se retiran de una empresa con un valor de 900.000 millones de dólares, sin embargo, lo hacen con una buena “jubilación”: Larry Page es el sexto hombre más rico del planeta, con una fortuna estimada este año de 58.900 millones de dólares, según Forbes, mientras que su socio, Sergey Brin, es el séptimo hombre más rico con 57.000 millones de fortuna.
Y estas estratosféricas cifras de ahorros reabren, una vez más, el debate de la desigualdad. Un debate -o una desigualdad- que la senadora estadounidense Elizabeth Warren ha propuesto zanjar con un impuesto a la riqueza. “Queremos construir una América que sirva al pueblo, no una que solo sirva a los ricos. He propuesto un impuesto a la riqueza de dos centavos. En un impuesto para todos aquellos que tienen más de cincuenta millones; tus primeros cincuenta millones están exentos, pero por cada dólar a partir de cincuenta millones tienes que poner dos centavos, y cuando llegues a tus primeros mil millones tendrás que aportar unos pocos centavos más”, explicaba Warren.
Este impuesto cumpliría un papel de justicia social, según ha explicado Eduardo Garzón, Profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid, en Hora 25 de los Negocios. "Podríamos decir que hay dos motivos (para tasar a los milmillonarios): el primero sería de carácter social, para impedir que haya gente que concentra buena parte de la riqueza que se ha generado con el esfuerzo de todos y todas, pero luego también hay un argumento de carácter económico, y es que hay multitud de estudios que demuestran que aquellas sociedades en las que hay menos desigualdad de riqueza, hay mejor calidad de vida" ha explicado.