¿Compromiso o postureo?
Madrid
La pequeña Greta Thumberg, convertida en símbolo de la lucha por el cambio climático, será una de las estrellas de la Cumbre del Clima que se celebrará subcontratada en Madrid en diciembre. Su llegada ya lleva días alimentando titulares. Como no viaja en avión porque contaminan demasiado, le han prestado un catamarán para atravesar el Atlántico, con tripulación incluida. Y ahora es la Junta de Extremadura la que pone a su disposición un coche eléctrico para cubrir la distancia entre la costa portuguesa y Madrid.
Alguien pensará que con este tipo de gestos la activista sueca visibiliza los males que hay que combatir para frenar el cambio climático. Pero otros pensarán que son caprichos de estrella mediática, concedidos por ser vos quien sois. Porque es impensable que los organizadores pudieran dar respuesta a exigencias tan peculiares a los 20.000 participantes de la cumbre. Y de ser así, sería interesante calcular beneficios y perjuicios para el clima de atender a tales exigencias. Creo que Greta Thumberg debería comenzar a cuidar su imagen con el mismo ahínco con el que cuida el clima, no vaya a ser que entre todos, ella incluida, contribuyamos a hacer estallar esta estrella emergente.