Antes de que acabe el año
La ministra portavoz Celáa ha insistido nuevamente en que el Ejecutivo en funciones quiere que haya un gobierno firme cuanto antes. No parece fácil, tiene que conseguir el sí de Ciudadanos o la abstención de ERC
Madrid
Llevamos días escuchando a organismos internacionales señalar que la inestabilidad política en España empieza a pasarle factura a la economía. Organismos que subrayan como más peligroso la ausencia de gobierno estable, que las características del gobierno de coalición que se está negociando. Nada que ver con las plagas bíblicas que aquí en España está anunciando la derecha si finalmente el ejecutivo PSOE-Unidas Podemos sale adelante. Y decimos si finalmente sale adelante, porque nada está garantizado, aunque este viernes ha llovido no sólo agua, sino señales de que los negociadores avanzan en la búsqueda de apoyos para que la investidura prospere. Nadie dice que haya prisa exactamente, pero la portavoz del gobierno ha vuelto a insistir hoy en que quieren gobierno antes de que acabe el año.
Pero para lograrlo tienen que conseguir o el sí de Ciudadanos, que no parece, o la abstención de ERC. Y, esta tarde, hemos sabido que esta última se acelera. Ayer la socialista Adriana Lastra y el republicano Gabriel Rufián cerraron los equipos negociadores que se pondrán en marcha el martes, cuando las bases de ERC se hayan pronunciado sobre la abstención y la condición es que se constituya una mesa de diálogo sobre la crisis catalana. Nada es fácil en este momento para ambos equipos atrapados en la pinza que forman las derechas españolas de Ciudadanos y PP y la derecha catalana de Torra y Puigdemont. Veremos.