Los dueños del diccionario
"España suma un nuevo diputado", dice García Egea cuando lo suma el PP. ¿De qué país cree que son los que no le votan?
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/3BJNNCIGDZIOVO4OFPYS52KWQM.jpg?auth=3c7c8e066aa40ae9157ee51a0ca70d2a0bc0f2f3559380e1810b36a50108c2f5&quality=70&width=650&height=365&smart=true)
El secretario general del PP, Teodoro García Egea y el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, momentos antes de empezar la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido, en Madrid (España) a 12 de noviembre de 2019. / Eduardo Parra (EUROPA PRESS)
![El secretario general del PP, Teodoro García Egea y el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, momentos antes de empezar la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido, en Madrid (España) a 12 de noviembre de 2019.](https://cadenaser.com/resizer/v2/3BJNNCIGDZIOVO4OFPYS52KWQM.jpg?auth=3c7c8e066aa40ae9157ee51a0ca70d2a0bc0f2f3559380e1810b36a50108c2f5)
Madrid
Existe el riesgo de que, de tanto usarlas, se acaben banalizando las palabras, incluso aquellas que deberían preservarse. Vox se ha disparado en votos tras una campaña en la que, entre otras, ha vaciado de significado la palabra totalitarismo, que usan cada instante de una manera distinta a como la recogen los historiadores. O el diccionario. Se empieza banalizando las palabras y se acaba por banalizar cosas más graves.
Su propio léxico, sus propias normas. Dijo ayer Abascal que si les obligan a aceptar a los periodistas a los que vetan en sus ruedas de prensa, dejarán de dar ruedas de prensa.
Ahora que ya han competido por los votos, compiten por las palabras y banalizan, o simplifican, aquellas que dicen que más quieren. Cuando se supo que el PP arrebataba un escaño por Bizkaia al PNV, Teodoro Garcia Egea tuiteó: "España suma un nuevo diputado". No puso el PP. Puso España.
¿De qué país cree el PP que son aquellos que no le votan? ¿Quiere decir el secretario general que los que no votan PP votan por Francia? A ver si va a ser el PP quien concede la independencia a los demás.
Tanta campaña seguida había de tener sus efectos: el PP se ha acabado creyendo el dueño de las palabras que más usaba, empezando por España. Esas palabras quiere quedarse el PP: ley, orden, seguridad, economía, como si fueran suyas y de nadie más y la derecha tranquilizara lo que la izquierda asusta.
Ahí tiene la izquierda una primera prueba si sale la coalición. Y si no sale: en esa batalla que, por seguir con las palabras, no es tanto política, de poder, como de hegemonía. O sea, cultural.