La alcaldesa generosa
Ignoramos, como es lógico, qué recovecos reglamentarios impiden el cese fulminante de la alcaldesa, si es que los hay, pero no hay cristiano ni sarraceno que entienda por qué alguien con mando en plaza en el partido no acabó hace mucho tiempo de un puñetazo en la mesa con este deplorable espectáculo
Madrid
Un día por otro aplazábamos el caso, digno de Expediente X, de Noelia Posse, 40 años, ex albañil y actual alcaldesa socialista de Móstoles, la segunda población de Madrid, con 200.000 habitantes.
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La información ya la conocen ustedes. Nombró cargos de confianza en el Ayuntamiento a su hermana y a una amiga, entre otras sorprendentes decisiones como ascender a su tío o aprobar una subida de 800 euros para su expareja. Un abanico de disparates.
No pretende este Ojo entrar en la intimidad de la alcaldesa y sus complejas razones -complejísimas deben ser, porque nadie parece entenderlas- pero sí observar la reacción del PSOE. Ignoramos, como es lógico, qué recovecos reglamentarios impiden el cese fulminante de la alcaldesa, si es que los hay, pero no hay cristiano ni sarraceno que entienda por qué alguien con mando en plaza en el partido, no nos sirve el titubeante Franco, no acabó hace mucho tiempo de un puñetazo en la mesa con este deplorable espectáculo.
Basta, debió gritar alguien. Fuera del partido, que no queremos ni verla. ¡Qué tiempo perdido!