¿El juego juega con fuego?
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Madrid
Ayer se desarrolló en Madrid la mayor manifestación contra las casas de juego convocada por la Plataforma contra los locales de apuestas en Madrid. Hace 11 años se inauguró la primera, ahora existen casi 400 en la capital, muchas de ellas concentradas en un puñado significativo de calles y muy cerca de centros escolares. Es curioso que en los últimos cinco años han crecido un 300% este tipo de locales y un 300% ha crecido el número de personas que han pedido que se prohíba su entrada porque el juego les crea problemas. Y estos locales son solo la punta de un gran iceberg porque conviven con las puestas online, alimentadas con un gran despliegue publicitario, que están logrando que la edad de inicio en el juego se haya rebajado peligrosamente en los últimos años.
Las empresas del sector recordaron que el juego es una actividad legal y regulada que aporta valor a la sociedad porque crea empleo y genera impuestos. Sólo faltaría que fuera una actividad ilegal. Pero otros negocios perfectamente legales, como el alcohol y el tabaco, han sido sometidos a regulaciones estrictas en materia de consumo y de publicidad que se echan en falta en este sector. Y convendría que a quien corresponda tome cartas en el asunto porque, de no ser así, no sería arriesgado apostar a que este juego se nos irá definitivamente de las manos.